Sumas y restas
La diferencia entre el mercado 20 de Noviembre y cualquier supermercado ultra eficiente, limpio, ascéptico, luminoso y ventilado, es que el supermercado fue planeado y funciona por lo tanto racionalmente, de acuerdo a los estándares de la globalización, en lo que cabe. Uno puede entrar en cualquier lugar del mundo a un supermercado que se parecerá inevitablemente a otro supermercado. En cambio el mercado 20 de Noviembre tuvo sin duda una planeación inicial de locales y andadores pero pronto fue envuelto por la saludable irracionalidad que lo hace único, sorprendente, caótico, insalubre y absolutamente imprevisible, ya sin hablar de su organización comunitaria, y de la atención personalizada, con lo cual uno habla la mayoría del tiempo con los dueños del negocio, que junto con los clientes, hacen del ejercicio del regateo una constante improvisación teatral.
10.12.08
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