Vestida de blanco
En el parque de las canteras, allá abajo está una pequeña laguna artificial. Hay peces. Peces grandes, como truchas o bagres, que parecen tener la piel grisácea bajo el agua verde. En lluvias la laguna crece e invade la parte de hasta abajo del parque y entonces baja una que otra garza de vez en cuando. Se congela vigilando de reojo para hacernos creer que es una estatua, o una ilusión óptica, pero en una distracción picotea velozmente el charco y vuelve a inmovilizarse de inmediato. Apenas si respira mientras hace su botana con los pececitos más pequeños.
28.4.09
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