Camaleón
Moría, renacía, amaba, cambiaba con frecuencia su adn completo, se hacía otra especie, reptil, ave, pez, hasta que de pronto recordaba quién había sido y regresaba a su estado original; probó la condición de los seres vegetales, se hizo árbol, arbusto espinoso, floresta: no encontraba reposo. Loco de ser él mismo se suicidó durante un tiempo con mucha frecuencia, hasta que aburrido de morir sin sentido decidió conformarse con su naturaleza inmortal. Para esto se fragmentó en innumerables millones de partes distribuidas en cada uno nosotros y así encontró, al menos, el olvido.
25.5.09
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario