Alquimia
El poeta norteamericano Gerard Stern leyó su poesía en Oaxaca, pero antes, pidió disculpas: a) por el muro en la frontera, b) por la guerra, y c) por el estúpido en la Casa Blanca. Así dijo. Sufría de pena ajena. Se agradece que alguien pida disculpas. No cambia los actos, pero se agradece, al menos, que una voz diga. Más crítica que disculpa, caen sus palabras en el pozo de los deseos, que como es sabido, es el lugar en donde confusamente va tomando forma lo que puede suceder. Por eso, diría el profeta Oseas en su estilo parabólico, no hay que dejar de alimentarlo: sólo así darán frutos las monedas. Oaxaca sabe bien de esto.
5.11.08
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