Andanzas
La nueva Alameda de León a muchos no les gusta. A lo mejor es porque dicen que estas obras públicas le son concedidas al hermano del gobernador. Quién sabe. A mí me gusta lo primero y me parece malo lo segundo, si es que es cierto. Los restaurantes alrededor también han cambiado: tienen aire de escaparates turísticos. No todos. El Bar Jardín se mantiene idéntico a sí mismo y creo que el Asador Vasco también. Había un Restaurante del Tule en el piso de arriba, en donde ahora está La Casa de la Abuela, que era parte de un Oaxaca en donde aún estaba algo de los días en que Malcolm Lowry pasaba por aquí. Su fantasma displicente ya no anda por estos lados, es cierto. Se mantiene a distancia en las inmediaciones de La Farola, que también ha sido transformada, y tanto, que ni siquiera se asoma por ahí. Por suerte quedan mezcalerías y fondas que le son propicias, y es en donde todavía, con un poco de suerte, puede vérsele por las noches. Nunca falla el dos de noviembre, entre otras cosas porque, a su manera, celebra “bajo el volcán”, aunque sería mejor decir Bajo el Volcán. Habla español, así que es fácil conversar con él, y mucho más andando enmezcalado.
24.11.08
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