Fiesta confundida
Los escarabajos toro, negros, jurásicos triceratópicos, con cuerno y todo, yacen patas arriba moviéndose como un bebé al que le cambian el pañal. Están en su último día, chamuscados por el sol o a punto de ahogarse en alguna fuente, una pileta o un charco. Tienen algo de abogados en su obstinación ciega y su gordura. Antes de su día del juicio visten de levita por la noche y salen a buscar novia. Creen que es una fiesta, y es cierto, pero se trata de la fiesta de sus funerales.
31.5.09
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