21.12.08

Día 168. (211208)

Cementerio de elefantes

Sin caras, o sin ojos, el puro cascarón, incompletos, oxidados y abollados. Desarmados. Con caras tristes o con los ojos fijos puestos en el vacío. Pensativos, podría decirse casi. Olvidados, eso sí. Así están los cascarones de los carros en el deshuesadero sobre el Periférico, que no es una vía de alta velocidad, sino una avenida más. Uno pasa caminando por la banqueta y puede tocarles los huesos con la mano. Parecen un álbum de fotografías tristes, que nos miran desde donde ya no están.