31.12.08

Día 178. (311208)

Nueva vieja historia

Viejos de trapo sentados a las puertas de algunas casas en los alrededores de la ciudad. ¿Qué hacen ahí? Esperan pacientes su último día. Son el Año Viejo y tienen cuetes por dentro. A las doce de la noche van a tronar. Parecen tranquilos, tal vez un poco aburridos. ¿Cómo la ves viejo?, le preguntan, pero no contesta, no ve, no oye. Es un mono de trapo. Quisiera irse caminando hacia atrás: lo intenta, pero siempre hay una pared en su espalda. Quiere ir para adelante pero ya su tiempo es tan delgado como un papel. Escribe: yo ya fui el que soy, y se enciende para pasar de esta hoja a la otra.

30.12.08

Día 177. (301208)

El soñador soñado

Es una idea vieja que varios han repetido de diferentes maneras. El caso aquí es que el soñador ve salir el chorro de su sueño por la manguera y con él riega el pasto (y así inventa el pasto mismo, el jardín y el mundo). Alguien, por detrás del soñador, pisa la manguera sin que él lo advierta e interrumpe el flujo. El soñador, que ignora que soñaba, se percata de la interrupción y da vuelta a la manguera para observar su punta. En ese momento el bromista retira la presión del pie y el sueño fluye nuevamente mojando al soñador, que termina mojado por lo que soñaba, despertando así, de pronto, dentro de su propio sueño.

29.12.08

Día 176. (291208)

El pájaro arcoiris

Es de luz, claro; pero nada más cuando se dispara su nivel de adrenalina, esa sustancia que responde al miedo. Fuera de esto no se trata más que de un pájaro pardo, común y corriente, que anida en los laureles, en los huajes y en los chopos de por aquí. Así pues, se asusta y sale de pronto disparado, en huída fugaz. Al instante es ya un arcoiris completo, inmenso, en el cielo. Ni siquiera se ve el trazo de su aparición, sino que se enciende completo de manera súbita, como si lo hubieran encendido con un interruptor. En donde termina el arcoiris descansa el pájaro, exhausto por su intensísimo derroche de energía; pero al igual que con la mentada olla de oro, mientras más te acercas a él más lejos estás, en realidad.

28.12.08

Día 175. (281208)

Pop corn

Alex dice que las palomitas de maíz se hacen metiendo huevos al microondas, de donde, después de un minuto o dos de calentamiento (o de incubación), salen palomas verdaderas, que de momento se echan a volar y que al ofrecerles alimento, se quedan como mascotas en casa. Cuando se van haciendo adultas, lo cual sucede muy en breve, se encogen poco a poco. Perfeccionan su blancura, pero pierden sus facultades de vuelo y en general todos sus atributos de aves, hasta que adquieren la forma y el tamaño de las palomitas normales de maíz; entonces se calientan a fuego muy lento en un recipiente untado con mantequilla y se les agrega sal al gusto, queso rayado muy finamente, chile en polvo, si se desea, y ya está. Se necesita, claro, un poco de paciencia para este tipo de preparación.

27.12.08

Día 174. (271208)

Perra duda

Distraído, pero contento, camina hacia abajo, con un trote ligero, contemplando las cosas de pasada. Parece muy claro que trae un propósito sin urgencia. Es un vil perro callejero, como tantos, neutro y familiar. Ni negro ni marrón, ni grande ni chaparro, ni especialmente feo ni mínimamente interesante. Un don Nadie. Ya. Súbitamente se detiene, se queda pensativo unos momentos, y vuelve la cabeza hacia atrás. Duda. Vuelve a ver al frente y de nuevo atrás. Sigue en duda. Se queda un buen rato así, evaluando las variables. Finalmente se da vuelta completa y se regresa. ¿De qué se acordó, o qué impulso moral lo hizo regresar para cumplir con un pendiente? Esa es la cuestión.

26.12.08

Día 173. (261208)

Los otros

San Felipe del Agua está arriba, en donde empiezan las faldas de la Sierra Norte: Suiza oaxaqueña, casonas estilo campestre pero modernas, con techos inclinados, y hasta chimeneas santaclósicas. Hay árboles de clima templado, bugambilias abundantes y una buena variedad de plantas espinudas, camionetas, sobre todo, y otros autos casi siempre nuevos. Perrotes guardianes. El viento sopla de por este lado.

25.12.08

Día 172. (251208)

La desconocida

Amanece una ciudad que puede mirarse de nuevo. Con la ausencia de coches en las calles se hace presente. Regresa desde el segundo o tercer plano en donde estaba alejada de nuestros pasos y nuestras prisas (y eso que es una ciudad mediana y de ritmo cardiaco moderado). Sólo hoy es otra vez un deleite de poca gente y poco ruido. Aquí está: la extrañada. Hay más aire, hay más tiempo. Un árbol de esponjadas y luminosas flores de amarillo a gritos resplandece contra el azul sólido del cielo.

Día 171. (241208)

Fantasía navideña

Encuentros, desencuentros, regalos, abrazos, recuerdos, planes. Comida. El árbol, regalos. Creer es una suma de decisiones. Si creemos en algo, lo hacemos existir, y funciona. Fuegos artificiales, abundante bebida. Trasnochar. Muchos panes amanecen crudos.

23.12.08

Día 170. (231208)

Mapa

Algunos muros de las casas viejas del centro dejan ver la historia descascarada de sus capas geológicas de pintura: un azul sobre un blanco, sobre un naranja, sobre otro azul, un rojo óxido en su prehistoria. Un meticuloso estudio nos diría el aire que respiraron, los sonidos que escucharon, las personas y las cosas que pudieron ver.

22.12.08

Día 169. (221208)

Flores adictas

En la casa de al lado crecen unas nochebuenas salvajes que rebasan la altura de las bardas, más parecidas a árboles que se incendian por las puntas en las llamaradas de sus abundantes flores rojas. No sé qué les cuenten para mantenerlas esperanzadas todo el año y en crecimiento, pero cuando el invierno llega están en esplendor de selva tropical.

21.12.08

Día 168. (211208)

Cementerio de elefantes

Sin caras, o sin ojos, el puro cascarón, incompletos, oxidados y abollados. Desarmados. Con caras tristes o con los ojos fijos puestos en el vacío. Pensativos, podría decirse casi. Olvidados, eso sí. Así están los cascarones de los carros en el deshuesadero sobre el Periférico, que no es una vía de alta velocidad, sino una avenida más. Uno pasa caminando por la banqueta y puede tocarles los huesos con la mano. Parecen un álbum de fotografías tristes, que nos miran desde donde ya no están.

20.12.08

Día 167. (201208)

Navidad fans

Los fanáticos de la navidad se endeudan, se atropellan, se empujan, se molestan, pelean por un lugar antes en la cola, por ganar a alguien el lugar en el estacionamiento, y no les interesa más que hacer sus compras. Son consumistas con prisa e impaciencia. Perseguidores estresados de la felicidad navideña, aunque no quede claro cuál es la relación entre sus apresuradas compras y sus interminables vueltas a las tiendas. ¿Encontrarán paz en algún momento? Tal vez mientras duermen, libres de toda presión navideña.

Día 166. (191208)

Otro nombres para Oaxaca

Sería justo un nombre que dijera en zapoteco algo sobre los chapulines: “el lugar en donde los chapulines son comidos”, o “el lugar en donde los chapulines son transfigurados por el dibujo”, o “el lugar en donde conviven chapulines con grillos”, aunque estos últimos no sirven más que para lo que desgraciadamente sirven.

18.12.08

Día 165. (181208)

Demencia

De tanto fingir demencia, por fin, se convirtió en demente, y entonces fingía cordura, pero ya nadie lo tomaba en serio. La demencia, parece, es una verdad más estable que la cordura (siempre tan frágil).

17.12.08

Día 164. (171208)

Sextante

Un sol de polen velea en el cielo. El polvo de sus alas es luz que se desparrama en la tina del día.

16.12.08

Día 163. (161208)

Imbecilidad comprimida

Cada vez entiendo menos, de todo; aunque cada vez opino más, como si entendiera. No era mi naturaleza, lo reconozco, sino que lo he aprendido, muy imperceptiblemente, viendo a otros, y suponiendo que eso era importante.

Día 162. (151208)

Ortografía

La luna es un punto en la i de una de los campanarios de Santo Domingo.

14.12.08

Día 161. (141208)

Menos es más

Sobre la calzada Porfirio Díaz hay algunas bancas de piedra, estilo Art Déco. Son anchas y masivas. Las patas y los descansa-brazos de cada lado rematan al frente con el grabado de un dios prehispánico, el mismo en todas. Acaso Tláloc. Abajo queda un hueco que alguien durante las noches usa como dormitorio. Cubrió a ambos extremos los huecos que quedan entre las patas con unos lienzos de tela burda, gruesa y en buen estado. Deja además, previsoramente, su botella de agua Bonafont. Seguramente cuando se acuesta a dormir, tal vez sobre cartones, usa las bolsas de plástico en donde lleva sus pertenencias y con ellas cierra el lado largo que da a la banqueta para protegerse mejor. Con todo lo insuficiente que resulta este refugio extremo, ilustra una sentencia del profeta Oseas que dice: “mientras menos tengo, tengo más”.

13.12.08

Día 160. (131208)

Eterno retorno

Las tiendas, los aparadores, los anuncios por televisión, la prensa, la correspondencia, las sonrisas y hasta los abrazos, conspiran para hacerse con la mayor parte posible de los aguinaldos.

Día 159. (121208)

Trance

Ombligo en el cielo plano de las noches de diciembre, la luna llena de los miopes, difusa y de bordes extendidos, más elípticos que circulares, nos hace un guiño plateado en medio del azul solferino que a las seis y media va camino a la oscuridad.

11.12.08

Día 158. (111208)

Imperfección

Derretido de calor en Oaxaca, Santa Claus espera a la noche para tintinear sus cascabeles con la ayuda de las ráfagas de frío. No tiene mucho de qué carcajearse aquí, sintiéndose tan sofocado. Le han de resultar incomprensibles nuestro invierno y nuestra comida. No entiende qué es el “nacimiento” que se pone junto al árbol. Viene nada más a hacer negocio surtiendo los pedidos que lo mantienen en estado de gordura y risa. Está bien: lo aceptamos como decoración. No tiene nada que ver con nosotros, pero ya nos malacostumbramos a él. ENtre tantos mnos, es un mono más.

10.12.08

Día 157. (101208)

Sumas y restas

La diferencia entre el mercado 20 de Noviembre y cualquier supermercado ultra eficiente, limpio, ascéptico, luminoso y ventilado, es que el supermercado fue planeado y funciona por lo tanto racionalmente, de acuerdo a los estándares de la globalización, en lo que cabe. Uno puede entrar en cualquier lugar del mundo a un supermercado que se parecerá inevitablemente a otro supermercado. En cambio el mercado 20 de Noviembre tuvo sin duda una planeación inicial de locales y andadores pero pronto fue envuelto por la saludable irracionalidad que lo hace único, sorprendente, caótico, insalubre y absolutamente imprevisible, ya sin hablar de su organización comunitaria, y de la atención personalizada, con lo cual uno habla la mayoría del tiempo con los dueños del negocio, que junto con los clientes, hacen del ejercicio del regateo una constante improvisación teatral.

9.12.08

Día 156. (091208)

Ficción Malcolmniana

El centro, las calles alrededor del mercado 20 de Noviembre, el mercado mismo, la gente caminando apretadamente entre los puestos, laberinto, los autos a vuelta de rueda, puestos ambulantes sobre las banquetas, el sol, los turistas fuera de lugar, la realidad perdiendo centro, bamboleándose como un trompo lento, fallando como un reloj que atrasa, disolviéndose como un borracho que no ha parado de beber en todo el día para curarse la borrachera del día anterior, y del otro, y del otro: un Cónsul honorario al estilo Malcolm Lowry. Su fantasma camina por en medio de la calle bajo el plomo del calor.

8.12.08

Día 155. (081208)

Fantasma

Acostada en la calle, junto al muro de la barda blanca de una casa que ocupa la esquina y que tiene una puerta de doble cochera con tejado provenzal francés, duerme a la sombra, a la hora de comer, una indigente. A falta de algo parecido a una casa se rodea de las bolsas de plástico de sus pertenencias y entre ellas entierra su cabeza. Usa unos tenis viejos y unas largas calcetas de franjas de colores. Uno podría pensar que es sólo el payaso que fue a la fiesta infantil del domingo y que se le hizo fácil quedarse a dormir ahí, aprovechando que iba a tener otra fiesta al día siguiente, pero no: vive al margen, está sola, no habla con nadie durante días y días. ¿Olvidó quién es?

7.12.08

Día 154. (071208)

Ulises

Como un ojo verde fijo e intensamente brillante contra el atardecer rosado atrás de lo árboles, el semáforo vigila a las ovejas, que gracias a su fecundidad son cada vez más numerosas. Las irá devorando poco a poco sin que se den siquiera cuenta. Por otro lado nadie puede destruir su ojo vigilante, puesto que el municipio, tarde o temprano, lo sustituirá por otro.

6.12.08

Día 153. (061208)

La flor inmortal

No está en el Paraíso Terrenal, ni nace a orillas de la fuente de la juventud, ni es tampoco un elíxir preparado por los alquimistas, no. Es una flor, una florecita, de color naranja que se da en Oaxaca, y que se usa, ciertamente. Claro que el hecho de que sea inmortal no significa, al menos hasta ahora, que transmita ese tan preciado y al mismo tiempo tan temido don.

5.12.08

Día 152. (051208)

Comprobación acústica

Musicales y comestibles a la vez, las vainas de los árboles de huajes bailan haciendo sonar sus raspadores a la sombra del calor. No son árboles de altura sino más bien extendidos. Parecen mujeres con el vuelo de las enaguas dando vueltas, o guajolotes en celo que caminan esponjados. En realidad son árboles serenos que van a misa, duermen temprano y se adaptan con calma a las inclemencias. Se dice que la palabra que da nombre a la ciudad salió de ellos, y que se llaman a su vez así por el sonido fricativo que hacen sus semillas al sacudir las vainas con buen ritmo. La prueba es que si uno encadena la palabra huaje repitiéndola muchas veces puede muy bien figurarse cómo es que suena.

4.12.08

Día 151. (041208)

Danza

Como si se tratara de sus secretos envueltos y calientes algunas mujeres llevan sobre la cabeza, en equilibrio perfecto y a manos libres, un tanate de blandas, o tortillas recién hechas. Con la espalda erguida y el paso rápido pasan entre los que ejecutamos el baile diario de andar caminando por las calles.

3.12.08

Día 150. (031208)

Santa Claus derrotado

A la entrada de Berlitz, escuela de idiomas, franquicia en Oaxaca, había un Santa Claus inflable de gran tamaño en un montaje de aparador, por encima de la entrada, viajando en su trineo tirado por renos de donde a ratos emergía un feliz pingüino. Lo seguía un helicóptero con duendes y demás. Colores brillantes entre verdes y rojos navideños. Hace dos días amaneció desinflado (casi derretido en realidad). Parece que la crisis económica de los Estados Unidos lo alcanzó hasta acá (en pleno vuelo). Ahí sigue: muestra de desinfladas esperanzas.

2.12.08

Día 149. (021208)

Polaridad

Hay dos referencias cruciales para orientarse en la ciudad: o sube o bajas. Si subes, como la estrella polar, apuntas hacia el norte: hacia la montaña. Si bajas, apuntas hacia el sur, hacia el Atoyac, que es o era un río. Se trata de una ciudad de extremos claros, por lo visto.

1.12.08

Día 148. (011208)
Instrucciones para preparar una tlayuda en Oaxaca

Primero hay que hacer una mega-tortilla de unos 30 ó 40 centímetros de diámetro, luego, se tuesta. Mientras hay que poner a freír y a freír a un puerco hasta que quede convertido en chicharrón; se tira todo y se recoge el asiento de grasa que queda al fondo, el cual se unta sobre la tlayuda. Se meten frijoles ya cocidos en la licuadora con mucha hoja de aguacate, se licuan, se ponen a freír y la pasta que queda al final se unta sobre el asiento que está sobre la tlayuda, se agregan tiras de tasajo asado, hebras de quesillo, algo de lechuga, siempre y cuando no haya ningún alérgico al color verde, aguacate y abundante salsa. Se puede comer a la redonda, o sea como si uno se comiera un plato, o bien doblándola, como si se tratara de una quesadilla king size. Ah: el frijol debe ser negro, lo cual no tiene nada que ver con preferencias raciales de ningún tipo, ni con simpatías presidenciales del país del norte.

Día 148. (011208)

Instrucciones para preparar una tlayuda en Oaxaca

Primero hay que hacer una mega-tortilla de unos 30 ó 40 centímetros de diámetro, luego, se tuesta. Mientras hay que poner a freír y a freír a un puerco hasta que quede convertido en chicharrón; se tira todo y se recoge el asiento de grasa que queda al fondo, el cual se unta sobre la tlayuda. Se meten frijoles ya cocidos en la licuadora con mucha hoja de aguacate, se licuan, se ponen a freír y la pasta que queda al final se unta sobre el asiento que está sobre la tlayuda, se agregan tiras de tasajo asado, hebras de quesillo, algo de lechuga, siempre y cuando no haya ningún alérgico al color verde, aguacate y abundante salsa. Se puede comer a la redonda, o sea como si uno se comiera un plato, o bien doblándola, como si se tratara de una quesadilla king size. Ah: el frijol debe ser negro, lo cual no tiene nada que ver con preferencias raciales de ningún tipo, ni con simpatías presidenciales del país del norte.

30.11.08

Día 147. (301108)

Catecismo

Los siete pecados capitales son cinco: tú y yo.

29.11.08

Día 146. (291108)

Diligencia administrativa

Presentó un proyecto hace dos años. Lo primero que le dijeron antes de leer siquiera una idea fue: no hay dinero. Bien. Lo mandó a la subdirección general. Apareció, un día, en un escritorio. Tienen en esas oficinas unas orugas, de esas verdes, que para caminar llevan las patitas del final de su cuerpo a la cabeza, y luego se estiran. Avanzan como un centímetro por vez y éstas nunca, es claro, se convierten en mariposas. Uncieron, como se hace en el arado, el sobre del proyecto a la oruga. Ésta comenzó a caminar transportándolo. Les resulta imposible avanzar en línea recta, así que su ruta es tortuosa y laberíntica, imprevisible; desandan el camino, se detienen excesivamente a comer papel y a pensar en estar en otro lado y en hacer otra cosa. Meses después había llegado a otro escritorio (ya habían sido consumidas para este fin unas tres o cuatro orugas). Espoleando un poco, enviaron otras más para continuar. Meses más tarde el sobre llegó a otro escritorio, y luego a otro en otros tantos meses. Al final, considerando que la burocracia vence por agotamiento a los solicitantes, nadie supo en qué parte del archipiélago de escritorios naufragó, íngrima y consumida, la última oruga disponible para la tarea asignada, o acaso alguien decidió que no valía la pena atentar contra el derecho-a-no-leer de un funcionario Equis.

Día 145. (281108)

Diálogo

—Quéonda güey.
—Nada güey.
—¿Ya saliste güey?
—Sí güey, ¿y tú güey?
—No: también güey.
—¿Tons qué güey?
—¿De qué o qué güey?
—¿Hacemos onda en la tarde, güey?
—Ora, güey, sí.
—¿Qué hacemos eh, güey?
—No sé güey, nada.
—¿Va güey, a qué horas?
—Ps cuando sea, güey.
—Va, güey.
—Va, güey; aquí me bajo güey, nos vemos, ¿no güey?
—Le caes güey.
—Simón güey.

27.11.08

Día 144. (271108)

Ensayo para mapa rítmico de nombres dispersos en los letreros de los autobuses urbanos de la ciudad de Oaxaca

Santa Rosa San Martín Mexicapan Periférico Monte Albán Hospital Issste C.U. 5 Señores Cuarteles Santa Lucía Santa Cruz SEP Ixcotel Monumento Xoxo Teletón Santa Rosa Reyes Mantecón 1ra Etapa Gigante VW IMSS Volcanes San Felipe Av. Juárez Centro Experimental Vigueras.

26.11.08

Día 143. (261108)

En donde habla el mismo Malcolm Lowry

“—... Oaxaca
... La palabra era como un corazón que se quebraba, un repentino repicar de palabras sofocadas en medio del vendaval, últimas sílabas de un sediento que agoniza en el desierto.”
(Bajo el volcán)

25.11.08

Día 142. (251108)

Homeopatía

No cae mal de vez en cuando una buena terapia de gritos por la mañana. Nos recuerda que el monstruito que traemos dentro somos también nosotros, y ayuda, si lo usamos medicinalmente, a entendernos mejor con el mundo.

Día 142. (251108)

Homeopatía

No cae mal de vez en cuando una buena terapia de gritos por la mañana. Nos recuerda que el monstruito que traemos dentro somos también nosotros, y ayuda, si la usamos medicinalmente, a entendernos mejor con el mundo.

24.11.08

Día 141. (241108)

Andanzas

La nueva Alameda de León a muchos no les gusta. A lo mejor es porque dicen que estas obras públicas le son concedidas al hermano del gobernador. Quién sabe. A mí me gusta lo primero y me parece malo lo segundo, si es que es cierto. Los restaurantes alrededor también han cambiado: tienen aire de escaparates turísticos. No todos. El Bar Jardín se mantiene idéntico a sí mismo y creo que el Asador Vasco también. Había un Restaurante del Tule en el piso de arriba, en donde ahora está La Casa de la Abuela, que era parte de un Oaxaca en donde aún estaba algo de los días en que Malcolm Lowry pasaba por aquí. Su fantasma displicente ya no anda por estos lados, es cierto. Se mantiene a distancia en las inmediaciones de La Farola, que también ha sido transformada, y tanto, que ni siquiera se asoma por ahí. Por suerte quedan mezcalerías y fondas que le son propicias, y es en donde todavía, con un poco de suerte, puede vérsele por las noches. Nunca falla el dos de noviembre, entre otras cosas porque, a su manera, celebra “bajo el volcán”, aunque sería mejor decir Bajo el Volcán. Habla español, así que es fácil conversar con él, y mucho más andando enmezcalado.

23.11.08

Día 140. (231108)

Doble fraude

Aparte de su función decorativa, los autoelogios de un informe de gobierno sirven para no sentir el efecto de los temblores y otros fenómenos.
Su objetivo no es la verdad, sino la disolución de la realidad. Sin embargo, queriendo no mostrar, son tan transparentes como una radiografía. Todos sabemos interpretarlos: sustituimos los adjetivos pomposos y los sustantivos indecorosos por sus contrarios.
¿Las cifras? Las cifras sólo muestran la parte de nuestros impuestos que nos dejan ver.
El problema no es que no lo sepamos, sino la clase de personas en que nos hemos convertido por tolerar esto y más. Lo bueno es que tenemos suficientes entretenimientos como para creer que lo que vivimos no es asunto nuestro.

22.11.08

Día 139. (221108)

Reloj

Bomba doméstica de efecto lento pero contundente.

21.11.08

Día 138. (211108)

Flor caracol

Flota en el agua de la cubeta. Está echa de caracoles que se adhieren entre sí con sus cuerpos de labios ávidos y posesivos.

20.11.08

Día 137. (201108)

Costalismo enigmático

Hablaba de ese costal como si estuviera afuera de él, pero en realidad estaba haciendo una nueva copia del mismo costal desde adentro. Visto así, el costal era un capullo que daría a luz a otro costal.

19.11.08

Día 136. (191108)

Títere de palabras

Dice lo que dicen otros pero no sabe nada de lo que dicen, y lo que dice no sabe a nada, porque no es él quien lo dice. Censura y opina repitiendo lo que dice la voz que él escucha. Duerme, pero no sueña.

18.11.08

Día 135. (181108)

La cabalgata de las valquirias

Desde las baldosas del patio unos cuantos de los muchos caracoles sorprendidos en diferentes partes del jardín inician su regreso a la humedad y a la sombra de las macetas en donde vivían adheridos, lado a lado unos con otros, como floraciones minerales. Iban dejando un sutil rastro de baba y levantaban las orgullosas cabezas, arqueándolas con sensualidad de mujer. Seres mágicos, ni más ni menos, con los cuernos fantásticos extendidos. Tras ellos iba su carruaje vistosamente decorado en espiral.

17.11.08

Día 134. (171108)

Ejercicios de originalidad

No, lagartijas no, todos hacen lagartijas. Ya: brincaba hacia el techo tratando de quedarse pegado en él con la palma de las manos; cuando lo consiguió, en lugar de lagartijas, quiso empujar el techo hacia arriba; cuando pudo hacerlo, se dio cuenta de que en el fondo seguía haciendo lo mismo, entonces decidió entrenar escupiendo palabras hacia el suelo para levantarse de éste. Cuando no lo logró, ya afónico, se puso a hacer “moscas”, en lugar de lagartijas, y batió los brazos lo más rápido que pudo. Era duro, pero no sabía si era original o no. Se olvidó por fin del asunto, sin embargo inventó los zapatos para las manos, que cuentan con un montón de dispositivos hidráulicos y electrónicos que ayudan a mantener el cuerpo al revés y que pocos usan debido a que ocasiona fuertes tortícolis. Aún así, ver el suelo tan de cerca mientras se camina, es un horizonte muy nuevo.

16.11.08

Día 133. (161108)

Descorazonada

Oseas, en un comentario no evangélico, dijo otra cosa que había oído en otro lado siglos y siglos atrás: que sólo la muerte existe y que lo demás no es más que un sueño de Dios. Uno malo, agregó apocalíptico, se sonó la nariz y fue a dormirse un rato entre los bultos de ropa de la Central de Abastos, acá, más o menos cerca.

15.11.08

Día 132. (151108)

Corazonada

Si la vida es natural, la muerte es artificial, le dijo, se le torció el tobillo y se cayó, los que estaban de pie cayeron sentados, los que estaban sentados dejaron de estarlo, en todos lados, en todo el mundo, por un momento. Los que estaban dormidos cayeron en sus sueños, o rodaron del lecho. No es que fuera verdad, es sólo que, ay, andábamos desprevenidos.

14.11.08

Día 131. (141108)

Personaje

Camina por las páginas de las calles y poco a poco se va fundiendo, como una plastina que regresa a la barra. Quien lo imaginó tiene la culpa, es seguro, porque de por sí ese alguien debe tener una existencia insuficiente. Esta es al menos la explicación científica (aunque también hay otras).

13.11.08

Día 130. (131108)

Beso con sed

Debajo de los Tabachines frente a Santo Domingo ella era una olla de barro llena de agua y él bebía de sus labios tomándole la cara con las dos manos. Se iba vaciando, ella, y con eso, se iba llenando también. Eran las tres de la tarde. Estaban mordiéndose los cuerpos. Tal cual. El campanario quería sonar de ver tantas ganas. Los demás pasábamos como ojos.

12.11.08

Día 129. (121108)

Amnesia

El taller mecánico va olvidando coches en las calles que le quedan cerca. Las llantas se les ponchan, se descuadran, se cubren de sucesivas capas de polvo, lluvia y ventoleras. Algunos sirven para grafittis espontáneos hechos con el dedo. Nadie, ni los mecánicos, saben ya qué hacer con ellos. Seguro hay una epidemia de olvidos y sus dueños ni siquiera recuerdan que tuvieron auto, o que sabían manejar, o que vivían en esta ciudad. Más sensatos, sus coches se atienen a la máxima budista de que sólo lo que está es, o al revés. Aún así, parecen desanimados, los coches. Sin embargo, aunque parezca mentira, aman no moverse.

11.11.08

Día 128. (111108)

Inercia

Obediente y aplicado, asiste a los ritos del encuentro, de la colaboración y del deber. Asume que existen, tales ritos, y que son como son y que no podrían ser de otra manera. Pero es su fe y su participación lo que hace que las cosas sean lo que son. La verdad es que todo eso apenas si tiene peso. Un día estornudó encima y cientos de pedazos se salieron de su lugar para angustia de los fieles creyentes. Por sí mismas, las partes dispersas volvieron a caer en su lugar, casi con precisión, y casi momentáneamente. Nadie aprovechó el momento para cambiar la forma del tablero de juego. Por lo pronto decidieron prescindir de la nariz, visto que los estornudos tenían el potencial de remover tan violentamente el pequeño orden con el que contaban de antemano y que, por lo menos (dicen) da tranquilidad.

10.11.08

Día 127. (101108)

Celulitis

No era el celular, sino que platicaba a manos libres con sus fantasmas.

9.11.08

Día 126. (091108)

Metáfora

Amaba el silencio. Se resignaba a sólo tener un poco, a ratos. Aún así, se compró en la Central de Abastos una jaula para pájaros. Pensó que con su canto le alegrarían el día. Al final se decidió por una solución intermedia y prefirió una música de otra clase: puso adentro de la jaula a una flor en su maceta.

8.11.08

Día 125. (081108)

Mercadotecnia

A falta de algo mejor los periódicos de aquí están contentos. Desde hace varios días ocupan sus encabezados con la noticia del accidente aéreo con variaciones que parecen episodios: que si murió en el avionazo el secretario de gobernación, que si el avión cayó así, que si fue por esto o por lo otro, que si su guardia personal y otras biografías. En fin, es su manera de procurar nuestro entretenimiento y sostener sus ventas.

Día 124. (071109)

Cenzontle

Más que un ave es un cantante de ópera vocalizando a todo pulmón. Sin micrófono sube y baja todas las escalas como un funambulista danzando sobre su tensa cuerda. Parece existir sin la angustia del esfuerzo, como si respirar y cantar como lo hace fueran para él lo mismo: pan comido. Su voz se expande por metros y metros cúbicos de aire sobre el mosaico de ruidos de la ciudad. Es un poderoso río de luces que resuenan por encima de las azoteas. En el bosque húmedo de Sierra Juárez era una orquesta de metales en una sala de conciertos. Si la aurora boreal fuera un pájaro sería el cenzontle.

6.11.08

Día 123. (061108)

Loquita celular

Anda por la calle. Sube a los camiones. Trae un teléfono celular en la mano y está conectada a él por el cable del audífono y del micrófono. Habla incesantemente al vacío, sin ver a nadie. Discute airada. No le habla al celular, que mantiene en la mano como si mostrara una pequeña charola o una estampa religiosa. Nadie sabe si de verdad habla con alguien o si su teléfono siquiera sirve. Algunas veces, sin embargo, hace una pausa y parece escuchar. Contesta que sí, que va a colgar y que de inmediato va a hablarle a alguien más, pero no: sigue diciéndole al teléfono de los agravios que le causa el mundo, de la mala leche de los demás. Habla como en un rosario, en una letanía. Tal vez sea entonces una forma de rezar lo que hace y ya no ve en realidad a nadie aquí en la tierra, sino que conversa sólo con Dios. Todo el tiempo. O con el diablo. O con los dos. O con ellos dos adentro de ella.

5.11.08

Día 122. (051108)

Alquimia

El poeta norteamericano Gerard Stern leyó su poesía en Oaxaca, pero antes, pidió disculpas: a) por el muro en la frontera, b) por la guerra, y c) por el estúpido en la Casa Blanca. Así dijo. Sufría de pena ajena. Se agradece que alguien pida disculpas. No cambia los actos, pero se agradece, al menos, que una voz diga. Más crítica que disculpa, caen sus palabras en el pozo de los deseos, que como es sabido, es el lugar en donde confusamente va tomando forma lo que puede suceder. Por eso, diría el profeta Oseas en su estilo parabólico, no hay que dejar de alimentarlo: sólo así darán frutos las monedas. Oaxaca sabe bien de esto.

Día 122. (051108)

Alquimia

El poeta norteamericano Gerard Stern leyó su poesía en Oaxaca, pero antes, pidió disculpas: a) por el muro en la frontera, b) por la guerra, y c) por el estúpido en la Casa Blanca. Así dijo. Sufría de pena ajena. Se agradece que alguien pida disculpas. No cambia los actos, pero se agradece, al menos, que una voz diga. Más crítica que disculpa, caen sus palabras en el pozo de los deseos, que como es sabido, es el lugar en donde confusamente va tomando forma lo que puede suceder. Por eso, diría el profeta Oseas en su estilo parabólico, no hay que dejar de alimentarlo: sólo así darán frutos las monedas. Oaxaca sabe bien de esto.

Día 122. (051108)

Alquimia

El poeta norteamericano Gerard Stern leyó su poesía en Oaxaca, pero antes, pidió disculpas: a) por el muro en la frontera, b) por la guerra, y c) por el estúpido en la Casa Blanca. Así dijo. Sufría de pena ajena. Se agradece que alguien pida disculpas. No cambia los actos, pero se agradece, al menos, que una voz diga. Más crítica que disculpa, caen sus palabras en el pozo de los deseos, que como es sabido, es el lugar en donde confusamente va tomando forma lo que puede suceder. Por eso, diría el profeta Oseas en su estilo parabólico, no hay que dejar de alimentarlo: sólo así darán frutos las monedas. Oaxaca sabe bien de esto.

4.11.08

Día 121. (041108)

Morir un poco

Mientras lo velaban, en su casa, el muerto soltó un suspiro largo y abrió los ojos. Los que estaban ahí se quedaron pasmados. Algunas mujeres se pusieron a llorar como frente a un milagro. Lo llamaron por su nombre precautoriamente, con tono de interrogación, inseguros de que fuera él mismo. Se incorporó y pidió de comer. Tenía algodones en la nariz y apestaba a ungüentos medicinales. Tomó chocolate caliente con pan. De momento no se quiso dar un baño: no fuera a darle una congestión. Se puso a ver tele y en la noche durmió como un bendito. Su esposa igual cobró el seguro y recibió su pensión de viuda. “Lo que hay que hacer para dejar de trabajar”, decía él cuando alguien elogiaba su ventajosa condición de muerto.

3.11.08

Día 120. (031108)

Quimera

Mi gata, dijo enfadada la dueña, es una perra... Una mosca muerta, la muy zorra; pero la voy a mandar a volar.

2.11.08

Día 119. (021108)

Retratitos puntuales

Las caritas que ponen aquí en el pan de muertos me miran. Son tan frágiles, parecen tan tristes, a pesar de su sonrisa esbozada y de sus mejillas coloridas. Son pequeños vivos que no se quieren morir o son pequeños muertos que quisieran vivir. Ahítas de pan, de cualquier modo, el exceso de carbohidrato las hace dormilonas. No tienen más que hacer que quedarse ahí, hasta que nos comemos los panes. Después se mudan. Viven en diferentes rincones olvidados por nosotros, pero regresan al siguiente noviembre, repintadas y curiosas.

1.11.08

Día 118. (011108)

Las calaveras salen de sus tumbas

Remontan el suelo, suben sobre los dobleces de sus articulaciones, hacen clack, crick, crack, pac, tac, krrrc. Se trepan en zancos que las suben metro y medio más por encima del suelo, se visten con largas largas faldas de colores intensos y telas suntuosas, con pantalones de tres, de cuatro metros de largo. Se ven lujosas y fantásticas junto a los templos que las contemplan, bajo los faroles de la noche, las cuencas de los ojos grandes y oscuras. Caminan llenando la calle, en procesión. Bailan locas. Las acompaña la banda de música. Muchos instrumentos de aliento. Brillan dorados. Los vivos somos nada mientras pasan. Sentimos el cuerpo, sentimos el tiempo, estamos a la mitad. Esperamos. Siempre esperamos algo. De eso se trata.

Día 117 (311008)

Pan de Sierra Juárez

Un pan de muertos. De yema. Largo, sin azúcar espolvoreada encima, en su lugar: ajonjolí. Al fondo un sabor a anís. Más al fondo, a humo. Mucho más al fondo: a memoria.

30.10.08

Día 116. (301008)

Casi noviembre y todos los posibles

Noviembre es la suma de todo lo que los otros meses quisieron decir, pero que no acabaron de decir bien bien. El año, perdón, por fin llega a su esplendor, sí. Mi amiga Araceli Mancilla lo dijo así: “me llega una especial fascinación por estos días que se acercan a ‘muertos’, al frío, y como que el aire es más transparente, florea el cazahuate y algunas cosas parecen posibles”.

29.10.08

Día 115. (291008)

El mar en la ciudad

No es esta una ciudad que sueñe con el mar, pero es como si hubiera subido el nivel de la marea hasta por encima de las frondas de los árboles, que vistas desde las azoteas respiran y se agitan, suben van regresan, resuenan de regreso en su resaca, y uno puede imaginarse por un momento que hay gaviotas en el aire. Las campanas llaman a la misa de la tarde, se encienden los puntos de luces de las casas en las faldas del Cerro del Fortín. El mar se retira, los árboles despiertan, se agitan para sacarse la sal de encima. Dicen que es así como encalló el teatro Alcalá en la esquina de Independencia y 5 de Mayo, después de retirarse una de estas mareas altas de octubre.

28.10.08

Día 114. (281008)

Fábula de las palabras enfermas

Enfermaron, sí, las palabras, como en una canción de Cri Cri. Se envenaron de sí mismas. Se pusieron a caminar en círculo, a bailar todas las danzas de la Guelaguetza, el charleston, el slam, la salsa. El tango o el flamenco. No importa. Bailaron hasta eclipsarse. Hicieron click y crack. Se repitieron tantas veces, que las mentiras acabaron convirtiéndose en malas verdades y los errores en aciertos. ¿Qué nació de eso? Una fea: la Política, que no admite sus errores, que a todos roba, y que de la debilidad hace una falsa fortaleza. Pesa tanto que agota nada más pensarlo. Las palabras, tristes, se condolían. Los poetas las consolaron. Es así como aún permanecen entre nosotros. Para todo bien, y para todo mal (como el mezcal). Lo sabe bien el fantasma de Malcolm Lowry, que sonríe desde donde ningún burócrata lo alcanzará jamás.

27.10.08

Día 113. (271008)

Perros miones

En las paredes aparece propaganda para elecciones de quién sabe qué para el 2009. Nos previenen que Oaxaca es territorio PRI, cosa en la que ahora necesitan insistir
phaenomenon extraneus—; aunque antes era obviedad. Tal vez un poco siniestra, pero obviedad. Paredes, postes, llantas, y hasta sus zapatos, caballero o dama, joven o niño, hetero, homo, o bi, corren riesgo de ser arbitrariamente orinados como recordatorio de pertenencia. Las urnas vacías se ríen. Lo demás es hacerse afuera de la taza, piratería en tierra (de simulacros), y otras aficiones.

26.10.08

Día 112. (261008)

Desacuerdo estacional

Por fin llegó el frío, me dijo, ahora voy a volver a disfrutar todas esas cosas que hago para sentirme calientita.

25.10.08

Día 111. (251008)

Crónica de lengua

El poeta Víctor de la Cruz lee en voz alta en zapoteco: brincan las "ch" y las "sh", luego resuenan vocales breves, a veces alargadas, un "dz" eléctrico, murmullos, guijarros que salpican en el río, canto de insectos vivaces, incansables, vibratorios. Un decir que camina y saluda con cortos ademanes, en el patio techado de un recinto colonial, conversando con ese aire, puenteando el tiempo, pasando de un lado al otro, sin dificultad ninguna, mientras algo pega a las palabras entre sí haciéndolas sonar como una sola sin separaciones, que respira y fluctúa, camina, hace tic tac, y sale, dice adiós, nada más para quedarse resonando en el aljibe de la memoria por largo rato.

24.10.08

Día 110. (241008)

Fenómeno natural

Bajo la nube de un laurel caía granizo y desaparecía luego absorbido por la tierra. Un mes después aparecieron pequeños brotes de laurel que se miraban sin sorpresa entre sí. Al año, una multitud de árboles jóvenes formaban un pequeño bosque. Diez años más tarde todos los laureles se habían fundido en uno gigantesco; más gigantesco aún que el árbol del Tule. Sus ramajes sumados se extendían más allá de unas dos o tres veces el diámetro barroco de su tronco. Entre sus peculiaridades está el hecho de que toca música como los órganos de las catedrales. También admite que se ahuequen partes de su base para hacer habitaciones amuebladas al estilo pullman, no más grandes que un armario.

23.10.08

Día 109. (231008)

Generación espontánea

Gloria Donají tiene una blusa tejida, como un suéter, a la que le crecen pelos de color marrón. Cuando se dio cuenta de esto la dejó, a la manera de un caldo de cultivo, en un ambiente húmedo, a la sombra. Creció aún más, hasta convertirse en una pelambre abundante. Cortó varios retazos del tamaño de un cráneo y los vendió como implantes de cabello. Lo único malo es que la blusa no se reprodujo (hasta ahora).

22.10.08

Día 108. (221008)

Un día más

Una semana atrás. Con los brazos extendidos, en el suelo, de cara al cielo, 2 balazos por enfrente, intento de huída, cuatro balazos por atrás. En C.U. ¿Cayó de espaldas? El cielo lo mira, tirado. Dejó de soñar que era lo que creía que era. Las clases siguen, el periódico tiene una noticia más, alguien desayuna, alguien dispara, alguien va de compras, alguien mata, alguien despacha en una ventanilla, alguien se sube al camión, alguien llega, alguien se marcha y se va a su casa a comer.

21.10.08

Día 107. (211008)

Dimensión desconocida.

Una camiseta por la calle: “I like beer, old women and tv”, dice por la parte del pecho. La lleva puesta una gringa joven que va a clases de español a la Casa Chata, bajando por la calzada Porfirio Díaz a las ocho de la mañana. Lo que dice la camiseta no tendría importancia si no fuera porque ella va vestida como una especie de chica exploradora, con sombrero como de la policía montada de Canadá, pañoleta al cuello y calcetas altas. Todo eso le da un extraño aire puritano y retro, como de los años cincuenta. Parpadea cuando leo su camiseta y trata de seguir inmutable su camino. O es una aparición, o es una apariencia, o existe y es en simples líneas generales tal como se anuncia.

20.10.08

Día 106. (201008)

Receta médica

Todo lo que nos pasa, había descubierto ya hace siglos el profeta Oseas, o es una enseñanza, o nos vacuna, o es una curación de algo que nos dañó. Está bien, y es sabio, aunque le faltó aclarar que también hay enseñanzas que nos limitan, vacunas que nos hacen insensibles, curaciones que nos dejan peor que la enfermedad.

19.10.08

Día 105. (191008)

Deporte local

Si nada está mal. Si nada pasa que nos acongoje. Si nada queda sin resolverse. Si nada deja de ser atendido con puntualidad eficiencia y honradez, entonces definitivamente somos ya unos consumados nadadores. Ahora sólo nos faltan —poca cosa— el agua y las albercas.

18.10.08

Día 104. (181008)

Teléfono descompuesto

Una cosa queda clara: las patadas pueden más que las voces.
O por miedo a las voces las patadas responden.
O el miedo es una patada que preferimos darle a los demás.
Otra cosa queda clara: atrás de todo lo que puede hacerse, para bien de unos y para mal de otros, siempre hay voces.
¿Sí, bueno, quién habla?

17.10.08

Día 103. (171008)

Regla de tres

Los agujeros que se tapan sólo con palabras siguen siendo agujeros.

16.10.08

Día 102. (161008)

Regreso al futuro

Desde el 2006, cuando la APPO, nada ha vuelto a ser lo mismo, aunque aparentemente vivamos en una cotidiana normalidad que sin embargo se derrama constantemente por sus muchos agujeros.

15.10.08

Día 101. (151008)

Aparato contra la sordera

No es nuevo pero es cómodo. Lo usan los que padecen el síndrome de Fox y los que tienen sordera selectiva. Se inventan lo que oyen

14.10.08

Día 100. (141008)

El síndrome de Fox

Existe desde hace mucho pero hasta hace poco fue identificado con el nombre al que hace honor. Afecta más gravemente a funcionarios y políticos: fingen que ven una realidad que les convendría que sucediera, y entonces se convencen de que existe, porque creen que así pueden convencer a los demás, como si fuera transmisible por contagio. Los afectados se quedan contentos con eso, hasta que alguien les dice lo contrario. Entonces se ofenden y se sienten incomprendidos: se encierran en sus ranchos mientras siguen cobrando, viajan al extranjero, invierten en negocios propios el presupuesto del estado, se agasajan sin medida, y así vuelven a sus autocomplacientes alucinaciones. Es incurable y se adquiere por medio de la simple imitación.

13.10.08

Día 99. (131008)

Fábula de la araña y el escapista
(escena vista en una telaraña por encima de la fronda de un naranjo, con una araña verde y brillante, enorme, en forma de un alacrán. Al fondo la Sierra Norte de Oaxaca)

Manipulando con la punta de sus patas, la araña teje su saliva y hace una geometría de encantamientos que es una trampa. No hay especie de su escala que pueda liberarse una vez que por falta de visión cae en su red. La excepción sería la de alguien con habilidades de escapista y descifrador de los códigos de la saliva. No una mosca, un abejorro, o una polilla; bueno, ni un escarabajo, mezcla de tanque y de abogado. Todos caen en la red y sucumben a los jugos gástricos de la araña que luego los bebe con popote igual que si fueran una malteada nutritiva. El escapista llega y se posa. La araña lo siente suyo y le susurra palabras suaves al oído haciéndole la corte por los cuatro lados. Mientras la oye, él deshace inadvertidamente los nudos y abre los candados.

12.10.08

Día 98. (121008)

Explicación sobre el profeta Oseas

Las profecías de Oseas, elegido por Dios para anunciar sus castigos a las diez tribus de Israel, aparecen en la Biblia, entre Daniel y Joel. Oseas profetizó en una época en que el pueblo era víctima de la inseguridad, el robo y la violencia; una época de desórdenes económicos y políticos, cosa que nosotros conocemos bien. Sus profecías trataban de retomar el camino de la verdad. Este es un profeta Oseas. Pero el que aquí aparece, es uno que caminaba pacíficamente por las calles de Oaxaca, y que a ratos se detenía en una esquina, descifrando lo que estaba, lo que pasaba a su alrededor, distante y satisfecho con la tarde, o con los ruidos, o con el pasar de la gente y de los autos. Rapado, o con una gorra de estambre, vestido con cierto decoro, y a veces hasta con una distinción fuera de línea, hablaba, se hablaba. Aparecía en las inauguraciones de las exposiciones, sorbiendo cuidadosamente el vino o los cocteles y probando bocadillos. Hablaba sin mirar a nadie y sin entablar un diálogo continuo y decía las cosas que decía. Dicen que murió quemado, víctima de unos verdugos espontáneos que lo rociaron de combustible y le prendieron fuego en una esquina. Yo no sé. Eso dicen. Algunos dicen eso aquí.

11.10.08

Día 97. (111008)

Parábola de la persecución de lo posible

Perseguido el sol por el lado por donde se mete, o sea más o menos por el lado donde está la Central de Abastos, Monte Albán y Atzompa, es precipitado hacia la noche. El sol. Pero, al mismo tiempo su perseguidor, digamos que atado a él con invisibles lazos de luz, en realidad lo remolca sin saberlo trayéndolo desde el otro lado, el lado del amanecer, por donde están el Tule —donde el árbol—, Teotitlán y Tlacolula, y así es como lo hace girar alrededor de la Tierra; de un modo parecido a como lo hacía el Apolo de los griegos. A diferencia de Apolo, a este perseguidor del sol lo mueve su constante insatisfacción por perseguir lo que está adelante, haciendo avanzar, sin embargo, lo que trae detrás.

10.10.08

Día 96. (101008)

Blaise Pascal y las bombas de última hora

Hubo un advertencia de bomba. La bomba estaba tal vez agazapada en algún oscuro e inencontrable rincón de un bachillerato particular que tiene el nombre de un matemático, físico y filósofo religioso francés del siglo XVII. Siguiendo la llamada “Apuesta”, del mismo personaje, se obró considerando que “si la Bomba no existe, nada pierde uno con creer en ella” e iniciar la evacuación del edificio y sus alrededores, “mientras que si existe”, y no se ordena la evacuación se “perderá todo por no creer en ella”. Lo malo es que al mismo tiempo estaba ocurriendo una multitudinaria marcha de maestros que, aunque no pasaba por ahí, afectó al tráfico a distancia y, sumándose a las prisas y todo lo demás, resultó en un gran embotellamiento a las afueras del instituto mencionado con el nombre —que da glamour a quien lo usa— del dicho matemático, con lo cual la emergencia quedó anulada, al menos en la calle, debido a la imposibilidad de movimiento, cosa que debiera conducirnos a un nuevo teorema de la geometría del movimiento en estados denso.

9.10.08

Día 95. (091008)

Contemplación

El exconvento y la iglesia de Santo Domingo no hablan, sólo cantan, todo el tiempo: los oyen nuestros ojos.

8.10.08

Día 94. (081008)

Pasajero

Pasajero
Cae un rayo en Monte Albán y siembra un hombre. Crece bajo tierra en unos cuantos días. Cuando sale es mudo. Se aleja del lugar de noche, con pasos torpes, eludiendo a los vigilantes de la zona arqueológica, y bebe cuanta agua le es posible. Al principio no soporta la luz del día, entonces se entierra nuevamente en la tierra, como un tubérculo durante unas horas. Su piel está siempre caliente. Tiempo después es imposible distinguirlo entre nosotros. Parece un silencioso más, con la cara cerrada y sin sonrisa. Cómo sobrevive y de qué se alimenta es difícil decirlo. Al final se va haciendo cada vez menos. Menos cuerpo, menos movimiento. Menos. Un día ya no está.

7.10.08

Día 93. (071008)

Tendencias políticas

En México la derecha es tan siniestra que abarca hasta a la izquierda.

6.10.08

Día 92. (061008)

Ecuación

En Oaxaca o en París, En Viena o Buenos Aires, en tu calle o en mi calle, la noche es siempre otro lugar.

5.10.08

Día 91. (051008)

Corcholata Number Two

Ansiosa de saber para qué sirve, la monja pregunta obsesivamente a todos sus discípulos si les fue de utilidad lo que ella creyó enseñarles. Piadosos como son, le contestan con mentiras de la misma naturaleza. Luego pregona por la cofradía la suma de sus milagros, sin convencer a nadie y menos a ella misma; aún así su fantasma sigue y se persigue.

3.10.08

Día 90. (041008)

Etimología escuchada al paso y modificada al vuelo

México: lugar en donde pasan muchas cosas, que a fin de cuentas se anulan entre sí.

Día 89. (031008)

Fábula filantrópica

En casi todo abogado hay un coyote oportunista que ladra a sus presas. Cree que así las cansa sin necesidad de perseguirlas. Les saca todo lo que puede y se va a su madriguera queriendo convencerse de que en realidad les resultó de ayuda. Es fácil identificarlos: si leen esto, lo negarán airados.

2.10.08

Día 88. (021008)

d2s de octubre

¿Quién decide los cambios?, se preguntaba Oseas. Nadie: somos decididos por los cambios. Pero, iguales a las hormigas que acarrean cientos de minúsculos fragmentos a su despensa para procesarlos y transformarlos en otra cosa —siguió explicando—, mientras somos decididos también afectamos las decisiones en un movimiento circular que continúa sumando.
Parece una idea marxista. Oseas no conoció a Marx, le bastaba con soñarlo. El 68 no fue un mal sueño: nos cambió; es sólo que otros cambios han podido más y parecemos, a fin de cuentas, no llegar a grandes diferencia.

1.10.08

Día 87. (011008)

Fábula del sapo y el ángel

Nunca usaron la palabra amor. Ninguno al menos la pensó, aunque el sapo sintiera su vértigo. El ángel se quedó dormido en la ciénega y amaneció todo roto. El sapo, deslumbrado, lo rompió, tal vez para tratar de apagar la demasiada luz que lo hería. Todo pasó tras las puertas, los tragos, las trampas, las palabras veladas, lo oscuro. Otros vieron: no vieron nada. El sapo eructó. El ángel levantó el vuelo en huída. Iba fétido y roto; le dolía el paraíso. El sapo se coagula en el lodo. Croa a borbotones. Le queda ser ruido para él nada más.

30.9.08

Día 86. (300908)

Trayecto

Una rata de campo salió del pastizal de un terreno baldío rumbo a San Felipe del Agua. Inmediatamente se hizo pájaro y se elevó en el aire haciendo una espiral. Ya en el árbol fue ardilla por un momento, pero después no era tal, sino una hoja amplia y verde oscura, recogida sobre sí misma. No estaba soñando, es nada más que acepto lo extraordinario sin mayores trámites.

29.9.08

Día 85. (290908)

Oda a los chimeneros de Santa Lucía

Las ladrilleras son pequeños hornos rústicos de cuatro paredes hechos de los mismos ladrillos que producen. Tienen el tamaño de un cuarto pequeño y están negreadas por el humo. Alrededor de ellas se apilan hileras e hileras de ladrillos, laberintos de un rato que esperan hasta ser transportados a otra parte. Volcanes momentáneos, se elevan sus espesas columnas de humo negro: ferrocarriles inmóviles del siglo diecinueve, entradas al infierno, tras sus puertas una larga escalinata en espiral conduce a las entrañas de fuego de la tierra. Archipiélago de ruinas, se encuentran salpicadas como manchas a ambos lados de la avenida Lázaro Cárdenas que antes se llamaba Camino Nacional. Las casas y edificios construidos con sus propios ladrillos las han rodeado y no tienen ya escapatoria alguna. Son persistencias de una época preindustrial encimada a los tiempos posmodernos. Rodeadas de los hoyancos de donde sacaban su materia prima son los restos de una ciudad bombardeada que sigue incendiándose periódicamente. De acuerdo a la dirección del viento, de pronto nos vemos envueltos en un aire ennegrecido que anuncia el meteorito que aún no nos ha alcanzado. Cuando la tierra entera sea un desierto nevado continuarán encendidas sus chimeneas como faros en la medianoche.

28.9.08

Día 84 (280908)

Supervivencia

Hay tres situaciones que el profeta Oseas considera como momentos decisivos que señalan nuestros estados de vida. La primera, dice, es que “si huyes, eres la presa”. La segunda: “si tú persigues, el otro es la presa”. La tercera y última es que “si soy yo quien te acorrala —continúa— tú eres mi presa, y ya empiezas a pertenecerme”. La mayoría piensa que estas sentencias son apócrifas. Como quiera que sea, la primer enseñanza dio lugar a las teorías de la personalidad, a la historia, a las revoluciones, y a la simulación democrática. La segunda a los sistemas totalitarios, a los cuerpos policíacos, a los confusos sistemas de justicia y a todos los impulsos anales de control. La tercera a la teoría política, a sus vocingleras prácticas, al arte de la guerra, y al del amor, así como a los medios de comunicación como instrumento mercantil. Si son o no apócrifas, es ya irrelevante; en todo caso han ayudado a mantener la leyenda de las contradictorias enseñanzas de Oseas, que tanto interesaron a surrealistas, ajedrecistas y extraviados de Dios.

27.9.08

Día 83. (270908)

Encuentro de trapecistas

Las ardillas se quedaron. Se las ve pasar atareadas por la parte alta de los muros, saltar hacia las ramas de los árboles, y también las he visto descender por la pared, cabeza abajo, para explorar los frutos del granadal. Cuando los gatos —que comparten con ellas las alturas—, las encuentran en su camino, se quedan un poco atónitos. Las ardillas emiten entonces una especie de ladrido, entre grito y tos, que los gatos parecen comprender con claridad pues se apartan, aunque no muy convencidos. Si fuera una fábula los ladridos serían una airada explicación acerca de que en realidad las ardillas son perros. A los gatos, naturalmente, no los engaña el olor; pero acostumbrados al alimento preparado y a las sobras, en realidad no tienen ganas de discutir con acróbatas histéricas, así que se van a otro lado a seguir la siesta.

26.9.08

Día 82. (260809)

Parsimonia

Envuelta en algodones hechos girones a tramos, la sierra no llora. Sólo espera sentada y sin prisa a que deje de llover.

25.9.08

Día 81. (250908)

Los pies en la cabeza

En Oaxaca hay un pulpo que se extiende por las calles. Los periódicos ponen en sus encabezados: “el pulpo”. Sobran motivos para tenerle miedo, pero es un mal necesario. Otro día hablaremos de los males innecesarios.

24.9.08

Día 80. (240908)

Papel cebolla

Como una postal, como un mapa, como un plano minucioso, la ciudad forma parte de un álbum de innumerables páginas, idénticas una a otra, salvo que en una de las páginas creemos que es una ciudad, en otra es un museo, en otra un laberinto, una prisión, un montón de ruinas arqueológicas, una fotografía satelital, los 9 círculos del infierno de Dante, una película, un noticiero, una pesadilla, un banquete, una sucursal de MacDonalds, un portal de internet. En todas las páginas estamos todos y somos los que somos y en ninguna acabamos de encontrarnos, ni acabamos de perdernos. Nuestra levedad espanta. Por suerte no nos damos cuenta de eso y vivimos como seres con peso y con realidad concreta.

23.9.08

Día 79. (230908)

Desencuentro

Un taxi obediente. Se detuvo con el semáforo en rojo. Pulcro y comedido taxi. El semáforo, desconcertado, le hizo señas de que se pasara. Era un semáforo que creció bajo la norma de que los taxis se pasan los altos. El taxi no le hizo caso, al semáforo, como era de esperarse.

22.9.08

Día 78. (220908)

Restos

Encontraron un fósil, casi humano, pero estaba vivo, y dicen que gobierna. Dicen.

21.9.08

Día 77. (210908)

Estaciones

Mucha lluvia. Y luego, este frío nuevo que desde el suelo sube de nivel hasta alcanzarnos en la boca y los oídos, hasta cubrir los lugares más altos de la ciudad. Aquí estamos, peces sin azoro caminando bajo el lago de frío del aire. Claro que, en realidad, el sol nunca nos abandona. Nuestros fríos son siempre otra forma de la primavera.

20.9.08

Día 76. (200908)

Fieles difuntos

Ya huele a muertos, dicen, pero lo que están diciendo es que ya se siente en el aire y en la premonición del frío, la llegada de noviembre.

19.9.08

Día 75. (190908)

Alquimia

Hay unos postes, por toda la ciudad, pintados de color naranja, cuyo fin es iluminar las calles de noche. Tienen en la base, en forma trapezoidal, una cajita con una puertita. Nadie sabe quién dispuso, previsoramente, retirar la puertita para que los peatones que no encuentran donde tirar la basura (ya que sólo en el centro hay botes para eso) la tiren ahí. La basura luce muy contenta, en ese lugar; pero me cuentan que es un proyecto de avanzada para reciclarla produciendo la energía eléctrica que enciende la lucecita arriba, en las lámparas de los postes a las que, hasta les provoca sueños.

18.9.08

Día 74 (180908)

Taquicardias

La taquicardia no es una enfermedad, en sí misma; pero puede ser el síntoma de varios desórdenes. Uno de ellos, la presión alta. El nombre mismo de la palabra ya anuncia de que se trata: es un tartamudeo del corazón: t-k-k, t-k-k, t-k-k. La taquigrafía, en cambio (t-k-gr, t-k-gr, t-k-gr), aunque daña al corazón, anida en otro lado. En el afectado de taquigrafía la mano enloquecida garabatea a sobresaltos, epilépticamente, ahogándose, hasta que se desploma exangüe sobre la playa blanca del papel. Parece que todo queda ahí; pero no, porque momentos después el ataque taquigráfico sube por el brazo, atraviesa el cerebro, rayoneándolo, y baja al corazón en donde, como podría esperarse, lo parte de un tachón. Anida al final en el centro ciego de furia ciega del paciente —o la paciente—, ahí, en la vesícula biliar, cerca del hígado, afectando una parte del estómago y por fin vacía su frenesí grafítico en la vesícula biliar, descansando, poco a poco, bajo la forma de minúsculos prismas pétreos cada séptimo día, como en la creación, y entonces descansa, la taquigrafía.

17.9.08

Día 73. (170908)

Parábola de la avispa y de la oruga

El profeta Oseas hablándole al desierto dijo que la dificultad de los cambios no consiste en luchar contra el tirano, sino contra las ideas del tirano que sin saberlo hemos hechos nuestras; tal como sucede con esa avispa que pone sus huevos en el interior de una oruga viva, la cual es devorada lentamente desde adentro por las larvas que la habitan, hasta que no es ya más una oruga, sino algo seco y muerto, que abandonan las avispas para infestar a su vez a más y más orugas.

16.9.08

Día 72. (160908)

Día de la independencia

“Ojos que no ven corazón que no siente”: refrán mexicano de budismo zen.

15.9.08

Día 71 (150908)

Democracia

Aunque es parte inevitable del día tras día en el que vivimos (igual al borracho, al alacrán o al perico), se sigue rechazando la propuesta de incluir la carta de “el político” en el juego de la lotería, porque se teme que en cuanto aparezca, secuestrará de inmediato las casillas acabando con el juego, con las semillas y con todas las demás cartas.

14.9.08

Día 70. (140908)

Definición de realidad

Primero está una malla de alambre sobre la que hay ropa tendida al sol. Tras la malla, una pequeña refaccionaria automotriz con 5 ó 6 escalones para llegar a ella. A su alrededor, un terreno invadido de plantas de baldío. Me imagino que también debe haber un espacio de vivienda. Lo que es este lugar, me doy cuenta de pronto, es una orilla de la realidad. Si paso la malla y subo los escalones lo único que voy a conseguir es que la refaccionaria exista y que la realidad se extienda más. Miro hacia el otro lado: vía de 8 carriles, camellón en medio, luego puro campo y muy al fondo las montañas siempre.

13.9.08

Día 69. (130908)

Clase de literatura

Está la epopeya sumeria de Gilgamesh. En algún momento Gilgamesh va a buscar a Un-Napishti, quien aún ahora vive, sin duda, pues es inmortal. Es también un antecedente de Noé, el diluvio y el arca. Va a buscarlo entonces para pedirle el secreto de la inmortalidad que, a fin de cuentas, consiste en una planta que Un-Napishti conserva en el fondo de un estanque. Tal vez uno no se lo pregunte, pero sería bueno saber por qué esa precisa planta posee tal propiedad. Nos asomamos con Gilgamesh al estanque y vemos en el fondo verdoso del agua a la retorcida, abundante y extraña planta, parecida a una especie carnívora y prehistórica, entre animal y vegetal. Casi parece mirarnos con rencor. Eduardo Emmanuel González tuvo una revelación: la planta al fondo del estanque de Un-Napishti es inmortal, y transmite por lo tanto la inmortalidad, porque “mala yerba nunca muere”.

12.9.08

Día 68. (120908)

Bibliotecario

El papel es comestible, pensó el director de la Biblioteca del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca. Es un soporte de la memoria. Pero, por otra parte, es necesario olvidar, ya que la mente no es un mero almacén de datos, sino un procesador de reinvenciones. Por tanto hay que asegurar, se dijo, la desaparición del papel impreso para dejar que la imaginación se renueve. Día tras día, en los miles de volúmenes de la biblioteca, dibujó un ratón en la esquina de alguna página de cada libro para que, llegado el momento, poco a poco, cada uno de ellos consumiera su porción hasta dejarla convertida en materia sin memoria, en bolo alimenticio, en carbohidratos y minerales, en vitamina ce, y por último, en deshechos a barrer cada mañana por los encargados de la limpieza en turno.

11.9.08

Día 67. (110908)

Pesadilla en la central de abastos

Llegaba a un puesto de flores, su mamá. Había gruesos rollos de diferentes tipos. Pidió unas blancas señalándolas, pero la señora le acercaba un ramo que no era el indicado. Pasó una vez, dos veces, diez veces, más veces, pero ni su mamá ni la señora del puesto podían dejar de hacer lo mismo, trabadas como un juguete de cuerda dando vueltas sobre sí mismo. Intervino metiéndose al puesto y tocando con el dedo las flores que había estado pidiendo su mamá: “éstas, éstas”, dijo enfadada, “estas son las que le está pidiendo”. “Ah, éstas...”, dijo la señora. “No: estas no se venden”. Le dio tanta rabia, que iba a abrir la boca para reclamar cuando despertó de pronto. Todavía alcanzó a oír a la señora del puesto decirle desde allá: “Marchante, mejor váyase a soñar a otro lado”.

10.9.08

Día 66. (100908)

Panaderos

Inician su trabajo cuando la mayor parte de nosotros está por acabar el día. Amasan, mezclan los ingredientes, hornean la noche despacio mientras los soñamos.

9.9.08

Día 65. (090908)

Tarea

Lo más difícil ya está hecho; ahora sólo faltan 300 minificciones más. Sería bueno contar con una salida de emergencia, por si acaso.

18.7.08

Día 346. (170609)

Otra globalización

No era un dedo pero vivía en la punta de un zapato. No me pregunten qué era; el caso es que le pesaba todo el cuerpo encima. Se quejaba, claro, pues pensaba que estaba al final de la cadena de mensajes, pues una rígida burocracia le hacía depender de los caprichos del cerebro, entidad lejana e inalcanzable. Un día quiso llegar a esa cima vertical para intercambiar ideas, pero descubrió lo celosos que se ponen todos cuando cuidan su preciada jerarquía. No consintieron sino en transmitir su mensaje, cosa que rechazó. En realidad acabó por hacerse individualista in extremis y tomó la costumbre de pinchar con la aguda punta de un alfiler el dedo gordo del pie que le quedaba cerca; con esto alcanzó una comunicación directa y constante con el cerebro, al que hizo depender así de sus caprichos.

6.7.08



Creo en los números. No sé qué creo de ellos, pero creo; como creo en las palabras y en sus designios que se presentan como premoniciones o como cumplimientos, o como sorpresas.Cuando estaba planeando este proyecto era julio.
Se supone que este tipo de "proyecto-365" suele empezar al mismo tiempo que inicia un año. Sin embargo yo ya lo quería empezar, pero cuando vi la fecha en la que escribí la primer minificción de la serie, la tomé como una confirmación, por su secuencia: 6, 7, 8: 6 de julio del 2008. Va.

Día 365. (070709)

Ending the end

Al 365avo día vio que todo estaba bien y se fue por fin a descansar.

Día 364. (060709)

Comprensión judicial

Tenía 72 años y decidió suicidarse. Se arrojó por la ventana. El abogado quiso alegar defensa propia, pero lo acusaron de suicidio voluntario, según las evidencias, y con las agravantes de no presentar ningún antecedente clínico agudo que justificara su acto; si acaso algo de soledad, pero no procedía en descarga. Tras una investigación más minuciosa agregaron las acusaciones de disturbios y actos obscenos en la vía pública, así como daños al equipamiento urbano. La condena, por unanimidad, fue de 30 años de prisión. Lo destinaron a una celda de alta seguridad. Al final redujeron su condena a 10 años nada más, a causa, dijeron, de su buena conducta.

Día 363. (050709)

Reloj despertador

Me río para apaciguar a los gorilas que llevo por dentro. Me río también para apaciguar a los gorilas de afuera. A veces igual nada más me río porque sí, como un reloj despertador que nadie apaga, como un chango colgado del árbol, como un perro persiguiendo una pelota, como un gato al que le rascan la panza.

Día 362. (040709)

Explicación científica

La ley de Newton de la acción y la reacción es una obviedad que la literatura ha explorado desde hace unos cinco mil años y en muchas variables. Lo que Newton hizo fue explicarla en fórmulas; sin embargo aplicar éstas, por ejemplo a las relaciones amorosas, no nos sirve para nada. Tal vez resulte más útil su ley de la gravitación universal porque nos ayudaría, quién sabe, a entender mejor nuestra tendencia a las dependencias crónicas que nos hacen comportarnos como planetas, o como satélites, o cometas e incluso meros asteroides erráticos que colisionan con otros cuerpos provocando cataclismos y extinciones en masa. Saberlo no nos sirve de mucho, igual seguimos y seguiremos girando en el vacío.

Día 361. (030709)

Ingeniero de sonido

Uhh, uuh, hacía la paloma mientras el canto de los pájaros picoteaba el aire. El claxon de un camión resonaba insistente para que lo dejaran pasar. Un perro faldero gimoteaba. Una música tromboneaba con tristeza. Se encendió un carro y salió en reversa. Una motocicleta pasaba como raya. Otros miles, cientos de miles de ruidos distintos se repetían a todo lo largo y a todo lo lejos. Cansado el aire de soportar tantos sonidos los soltó con un estruendo universal y dejó al mundo en silencio con un suspiro de alivio.

Día 360. (020709)

Génesis

Un día le pareció reconocer una figura en una veta de la puerta del closet y la tocó. De inmediato se vio transportada hasta el lugar en donde originalmente estuvo el árbol del cual provenía la madera. Oyó a los pájaros, sintió la humedad fría del lugar, el bosque de helechos y musgos. Al retirar su mano del árbol estaba de nuevo en la recámara de su casa. No convencida de lo real se su experiencia, se mantuvo alerta. Pasaron meses sin que volviera a suceder. Sin embargo, en otra ocasión, creyó ver de nuevo una figura en la pared de una antigua iglesia, y al tocarla se remontó a la piedra originaria, de antes de la iglesia, en el corazón macizo de una cantera. Tocó un fósil y encontró al dinosaurio, tocó un trilobite y se vio en el océano primigenio, casi el caldo de cultivo de la vida. Tocó el fragmento de un meteorito y se vio en una masa incandescente y giratoria, a la cual tocó a su vez y se encontró entonces en un momento vacío y de extrema oscuridad, antes del big bang, lo cual la angustió, así que decidió encender la luz, y la luz se hizo.

Día 359. (010709)

Crítico literario

La gente (entiéndase en este caso los lectores, pero también los no lectores) quieren saber qué es, y qué no es, la literatura (aunque no se sabe muy bien por qué ni para qué); por este motivo, después de estudiar toda la vida a la literatura, después de maestrías y doctorados, de teorías y análisis concienzudos, llegó a la conclusión de que no hay manera definitiva alguna de distinguir a la literatura de la no literatura porque, dijo, la literatura a veces sí es literatura, pero a veces no; o dicho de otro modo, cualquier cosa escrita o dicha puede o no ser literatura, concluyó. Explicado esto regresó a sus tareas, que consistían en seguir estudiando a la literatura, a la no literatura, o bien a ambas, o a ninguna.

Día 358. (300609)

Detective

Se perseguía y se investigaba implacablemente para que, con esta vigilancia sobre sí mismo, le resultara imposible cometer un crimen. Aún así, si llegaba a suceder, al menos tendría todas las pistas a la mano.

Día 357. (290609)

Tarjetas de crédito

Ay de aquéllos, dijo el profeta Oseas, que ansían lo que no está al alcance de su sueldo, porque de ellos será el reino de las deudas.

Día 356. (280609)

Insalivación

Las mujeres estériles, y las incasables, y las que detestaban a los hombres (con razón), y que aún así querían tener un hijo, acudían al mítico árbol que escupía saliva en la palma de sus manos. El efecto consistía en que en 9 meses todas, sin excepción, daban a luz gemelos. Hombres, por desgracia --tal era la limitación que ofrecía el árbol--, pero al fin y al cabo hijos.

Día 355. (270609)

Contraataque

Los peces, insatisfechos con su destino de carne de lata de conservas, han sacado su propia marca al mercado tras algunas variaciones genéticas que les permiten arrojarse a voluntad a las playas, ya desmenuzados en compactos cubos de carne que la gente puede recoger libremente. No se trata de un impulso filantrópico, es sólo que desean quebrar al mercado de enlatados y amenazarnos de paso con su extinción.

Día 354. (260609)

Trituradora de basura

De tres carriles en la carretera hay que cambiar a uno por reparaciones. Un VW compite con un autobús urbano por pasar. El autobús, mañosamente, se pega cada vez más al VW para intimidarlo con su mole ballenesca, pero el VW no cede. Unos cuantos centímetros los separan, los espectadores se tapan los ojos, el autobús está punto de dar el paso final para aplastarlo y luego hacerlo rodar integrando al VW a una de sus ruedas como si fuera plastilina. Pasa lo contrario: el VW mantiene su lugar y pisa un fleco, una tira de trapo o de hule que cuelga de la defensa del autobús y comienza a enrollarlo: lo encoge, doblega su lámina reforzada que comienza a plegarse como un acordeón desordenado. El chofer huye apenas a tiempo, los pasajeros al darse cuenta de lo que pasa salen despavoridos por la puerta de atrás. El VW continúa, indiferente y portentoso hasta que acaba por hacer pasar al autobús completo por debajo de una de sus llantas, planchado y domesticado, no son arrojar infinidad de pedacería sobrante. Por último, cuando no queda ya nada del autobús y sale el VW del tramo en reparación hacia la carretera abierta, escupe uno de los últimos pedazos del autobús por el escape y se va, feliz y satisfecho, a discretos 90 kph por el carril central.

Día 353. (250609)

Ubicua

No es cierto que la veían caminar por las azoteas como se camina por la calle, pero es cierto en cambio que la veían en varios lugares al mismo tiempo. Sólo es una sospecha porque nadie ha podido comprobar nada. Algunos dicen que tales chismes no son más que inventos de los envidiosos porque, a decir verdad, nadie entiende muy bien cómo es que puede hacer tantas cosas y verse siempre tan fresca y descansada. Toca el piano, estudia dos o tres carreras en línea y otras presenciales; trabaja además, tiene novios y las malas lenguas dicen que los ve a todos al mismo tiempo —porque eso sí, es rigurosa con sus horarios— pero en diferentes lugares. Duerme en un lado mientras en otro asiste a una fiesta de toda la noche y en otro prepara un examen de mecánica cuántica. Eso estudia, estudia física moderna; o lee a Proust para su carrera de letras, o a Bobbio en ciencias políticas y así. Se mete a bañar mientras aún duerme en la cama y así descansa y despierta simultáneamente, e incluso plancha su ropa, en ese mismo instante. Tal vez su don se deba a los estudios de mecánica cuántica, o bien a un abuso de las propiedades de la ficción literaria puestas en práctica en la sustancia de lo real.

Día 352. (240609)

Espacio

Gracias a ti ya son 57mil hectáreas de becarios que reverdecen. Si fueran plantas de algodón vestiríamos con camisas a todo el país de la noche a la mañana, si fueran maíz tendríamos varios millones de toneladas de tortillas, si fueran manos, 6mil millones de dedos, si fueran árboles, 300 millones: todo un bosque. Sólo faltaría tomar la decisión de dónde ponerlo... pero si sólo fueran números, caben muy bien en este pedacito: 57mil.

Día 351. (230609)

Onanismo

Egotita, tan chiquitita, no nació en una flor, como Almendrita; en cambio se cuelga del micrófono y no lo suelta, extasiada con su propio rollo de superación personal y anexos. Cree que cambia al mundo. No sabe que el mundo, la masa, sólo quiere espectáculo, nada de sentido, como dice un tal Baudrillard. Allá sigue, hablándose a ella misma, trepada en las fantasías personales, esa droga, esa misma droga que nos hace creer que somos lo que creemos que hacemos creer a los otros de nosotros.

Día 350. (220609)

La mosca mutafóbica

Se dice que desde hace siglos México padece una epidemia silenciosa, que incluso altera el adn, y por tanto se transmite de generación en generación. Es la mutafobia. El microorganismo que originalmente la provoca es transmitido por una mosca; de ahí que en la cultura popular se haya generado la pregunta de “¿qué mosca te picó?”, para a referirse a alguien que presenta conductas inesperadas. Es un alivio saberlo porque esto quiere decir que el horror al cambio que padecemos no es responsabilidad nuestra, sino de un agente patógeno externo. Esto explica también nuestra vocación por el simulacro, con el cual aparentamos que es cambio lo que en realidad sigue siendo lo mismo. Como quiera es probable que seamos no sólo el pueblo que durante más tiempo ha resistido una epidemia, sino incluso, el que más ha proliferado en tal estado.

dïa 349. (210609)

Bocabajo

Tenía una boca que no podía ser vista por los ojos, porque en cuanto los ojos la enfocaban dejaban de verla por completo. Era una boca que sólo podía ser vista por otras bocas. La veían como tacto, como humedad, como fruta mordida, y hasta entonces, sólo hasta entonces, los ojos se enteraban.

Día 348 (200609)

Hoja en negro

Si me llamas noche, dijo, no esperes encontrarme, porque no acostumbro estar en donde me ponen nombre. Como le sonaba metafísico, borró lo escrito y dejó la hoja en blanco para empezar de nuevo. Entonces día, le contestaron, y escribió tanto en el papel que no dejó un solo espacio libre, nada más por llevar la contraria.

Día 347. (190609)

Bang!

Charcos. Los pájaros se asoman después de la llovizna, gotean los árboles. Seis tiros en la madrugada; los perros se quedaron bien callados. La luna abrió la boca.

Día 346. (180609)

Otra globalización

No era un dedo pero vivía en la punta de un zapato. No me pregunten qué era; el caso es que le pesaba todo el cuerpo encima. Se quejaba, claro, pues pensaba que estaba al final de la cadena de mensajes, pues una rígida burocracia le hacía depender de los caprichos del cerebro, entidad remota e inalcanzable. Un día quiso llegar a esa punta vertical para intercambiar ideas, pero descubrió lo celosos que se ponen todos cuando cuidan su preciada jerarquía. No consintieron sino en transmitir su mensaje, cosa que rechazó. En realidad acabó por hacerse individualista in extremis y tomó la costumbre de pinchar con la aguda punta de un alfiler el dedo gordo del pie que le quedaba cerca; con esto alcanzó una comunicación directa y constante con el cerebro, al que hizo depender así de sus caprichos.

Día 345. (170609)

Autorretrato

A veces siento que ya no estoy en ninguna parte a causa de tantas partecitas mías que están por todos lados... ¿por qué, digo, tengo que vivir de este modo? ¿Por qué no me ha sido concedida la gracia de dedicarme a una sola cosa y ya? Me entra vértigo de verme así. En cambio me es más claro todo cuando mi atención se enfoca a una, o a pocas cosas; con lo cual me siento en un estado leve de iluminación zen; pero no son más que momentos pasajeros. No que diezmado, como siempre ando, hasta me dejo de encontrar en donde yo creía que estaba. Días de ficción, estos que vivo.

Día 344. (160609)

Puertas erradas

Para preguntar la hora, cierran calles. Para protestar contra le ley del issste, cierran calles. Para exigir al gobierno, cierran calles. Para cobrar más, cierran calles. Para que todos vivamos mejor, cierran calles. Cerrar es no dejar pasar y lo que no pasa no cambia. A veces cierran bancos, menos cuando les toca ir a cobrar a ellos. No deja de parecer arbitrario y tirano. Claro, del otro lado están los que gobiernan, quienes por definición son arbitrarios y tiranuelos. Y sordos. La sordera es otra forma de cerrazón y necesita, sí, mucho ruido para despertar un poco. A veces los cerradores se parecen tanto a lo que critican que es difícil tomarlos en serio, incluso cuando tienen razón.

Día 343. (150609)

Doble semi reversa

Una vez más Oseas profetizaba en el desierto, a la sombra del alto muro de un caravansary, dirigiéndose a los nómadas que tomaban un descanso: “vendrá un tiempo en que los humanos olvidarán sus necesidades verdaderas. Para tratar en vano de sustituirlas, comprarán con ansiedad y sin mesura toda clase de baratijas y abalorios para su entretenimiento. No vivirán más sus vidas, sino las de otros. Soñarán que son otros y acabarán por ser ninguno. Creerán, aunque sin darse cuenta del todo, que la existencia no tiene fundamento alguno, ni en Dios, ni en ninguna clase de esencia [en esto Oseas se adelantó a Nietzche]; por tanto seguirán sus impulsos más inmediatos y vivirán para entregarse a la diversión y el ocio el mayor tiempo que les sea posible; pero no serán felices y acabarán confundiendo su vidas en un mundo de imágenes en movimiento que no serán reales, sino sueños de otros. Nada ansiarán tanto como el olvido de sí mismos”.

Día 342. (130609)

Remedio para insomnes

Vaya usted a África. Lleve varios frascos de vidrio acondicionados con entradas de aire suficientes y minúsculas. Lleve también una red para cazar mariposas y un traje de apicultor. Localice una zona pantanosa en donde abunde la mosca tsé tsé en sus diversas variedades. Atrape algunas y métalas en sus respectivos frascos. De ninguna manera se exponga a ser picado. Regrese a su país. Busque y lea información sobre la enfermedad del sueño, sus desagradables síntomas y el inminente peligro de muerte que acarrea si no es tratada de inmediato. Cuando el insomnio lo agobie debido a cualquiera de las causas conocidas, como el estrés de la vida cotidiana y las angustias e insatisfacciones que acarrea, sin hablar ya de la frustración constante de no saber con claridad qué es lo que se quiere, dónde está eso, y a quién hay que quitárselo para tenerlo (en el caso de que usted al menos sospechara qué es lo que quiere), tome el frasco, y contemple detenidamente a la mosca en su interior, oiga su irritado zumbido, ponga la mano sobre la entrada de aire y deje que su olor la excite aún más. Piense en los mortales síntomas que provoca el parásito que transmite con su picadura. Si no le da sueño en esa contemplación, al menos se sentirá contento de estar despierto y vivo. Hay otros remedios parecidos, pero por el momento no se hablará de ellos.

Día 342. (140609)

Esperanzas vanas

Dicen los creyentes de las nuevas mitologías que los niños índigo vienen a salvar al mundo humano de las amenazas ambientales que lo acechan. Los primeros en reírse son esos niños índigo que, para empezar, no saben ni lo que son, y si saben algo, no tiene que ver con lo que les han hecho creer que son. En el último de los casos, según me han dicho varios de ellos, no están interesados en salvar a seres tan imperfectos como los que pululan hoy en el día por el planeta; más bien, me dijeron sin ningún prejuicio, les parece perfecta una buena purga de selección natural. “Ni nosotros lo hubiéramos planeado mejor”, reconocieron.