31.12.08

Día 178. (311208)

Nueva vieja historia

Viejos de trapo sentados a las puertas de algunas casas en los alrededores de la ciudad. ¿Qué hacen ahí? Esperan pacientes su último día. Son el Año Viejo y tienen cuetes por dentro. A las doce de la noche van a tronar. Parecen tranquilos, tal vez un poco aburridos. ¿Cómo la ves viejo?, le preguntan, pero no contesta, no ve, no oye. Es un mono de trapo. Quisiera irse caminando hacia atrás: lo intenta, pero siempre hay una pared en su espalda. Quiere ir para adelante pero ya su tiempo es tan delgado como un papel. Escribe: yo ya fui el que soy, y se enciende para pasar de esta hoja a la otra.

30.12.08

Día 177. (301208)

El soñador soñado

Es una idea vieja que varios han repetido de diferentes maneras. El caso aquí es que el soñador ve salir el chorro de su sueño por la manguera y con él riega el pasto (y así inventa el pasto mismo, el jardín y el mundo). Alguien, por detrás del soñador, pisa la manguera sin que él lo advierta e interrumpe el flujo. El soñador, que ignora que soñaba, se percata de la interrupción y da vuelta a la manguera para observar su punta. En ese momento el bromista retira la presión del pie y el sueño fluye nuevamente mojando al soñador, que termina mojado por lo que soñaba, despertando así, de pronto, dentro de su propio sueño.

29.12.08

Día 176. (291208)

El pájaro arcoiris

Es de luz, claro; pero nada más cuando se dispara su nivel de adrenalina, esa sustancia que responde al miedo. Fuera de esto no se trata más que de un pájaro pardo, común y corriente, que anida en los laureles, en los huajes y en los chopos de por aquí. Así pues, se asusta y sale de pronto disparado, en huída fugaz. Al instante es ya un arcoiris completo, inmenso, en el cielo. Ni siquiera se ve el trazo de su aparición, sino que se enciende completo de manera súbita, como si lo hubieran encendido con un interruptor. En donde termina el arcoiris descansa el pájaro, exhausto por su intensísimo derroche de energía; pero al igual que con la mentada olla de oro, mientras más te acercas a él más lejos estás, en realidad.

28.12.08

Día 175. (281208)

Pop corn

Alex dice que las palomitas de maíz se hacen metiendo huevos al microondas, de donde, después de un minuto o dos de calentamiento (o de incubación), salen palomas verdaderas, que de momento se echan a volar y que al ofrecerles alimento, se quedan como mascotas en casa. Cuando se van haciendo adultas, lo cual sucede muy en breve, se encogen poco a poco. Perfeccionan su blancura, pero pierden sus facultades de vuelo y en general todos sus atributos de aves, hasta que adquieren la forma y el tamaño de las palomitas normales de maíz; entonces se calientan a fuego muy lento en un recipiente untado con mantequilla y se les agrega sal al gusto, queso rayado muy finamente, chile en polvo, si se desea, y ya está. Se necesita, claro, un poco de paciencia para este tipo de preparación.

27.12.08

Día 174. (271208)

Perra duda

Distraído, pero contento, camina hacia abajo, con un trote ligero, contemplando las cosas de pasada. Parece muy claro que trae un propósito sin urgencia. Es un vil perro callejero, como tantos, neutro y familiar. Ni negro ni marrón, ni grande ni chaparro, ni especialmente feo ni mínimamente interesante. Un don Nadie. Ya. Súbitamente se detiene, se queda pensativo unos momentos, y vuelve la cabeza hacia atrás. Duda. Vuelve a ver al frente y de nuevo atrás. Sigue en duda. Se queda un buen rato así, evaluando las variables. Finalmente se da vuelta completa y se regresa. ¿De qué se acordó, o qué impulso moral lo hizo regresar para cumplir con un pendiente? Esa es la cuestión.

26.12.08

Día 173. (261208)

Los otros

San Felipe del Agua está arriba, en donde empiezan las faldas de la Sierra Norte: Suiza oaxaqueña, casonas estilo campestre pero modernas, con techos inclinados, y hasta chimeneas santaclósicas. Hay árboles de clima templado, bugambilias abundantes y una buena variedad de plantas espinudas, camionetas, sobre todo, y otros autos casi siempre nuevos. Perrotes guardianes. El viento sopla de por este lado.

25.12.08

Día 172. (251208)

La desconocida

Amanece una ciudad que puede mirarse de nuevo. Con la ausencia de coches en las calles se hace presente. Regresa desde el segundo o tercer plano en donde estaba alejada de nuestros pasos y nuestras prisas (y eso que es una ciudad mediana y de ritmo cardiaco moderado). Sólo hoy es otra vez un deleite de poca gente y poco ruido. Aquí está: la extrañada. Hay más aire, hay más tiempo. Un árbol de esponjadas y luminosas flores de amarillo a gritos resplandece contra el azul sólido del cielo.

Día 171. (241208)

Fantasía navideña

Encuentros, desencuentros, regalos, abrazos, recuerdos, planes. Comida. El árbol, regalos. Creer es una suma de decisiones. Si creemos en algo, lo hacemos existir, y funciona. Fuegos artificiales, abundante bebida. Trasnochar. Muchos panes amanecen crudos.

23.12.08

Día 170. (231208)

Mapa

Algunos muros de las casas viejas del centro dejan ver la historia descascarada de sus capas geológicas de pintura: un azul sobre un blanco, sobre un naranja, sobre otro azul, un rojo óxido en su prehistoria. Un meticuloso estudio nos diría el aire que respiraron, los sonidos que escucharon, las personas y las cosas que pudieron ver.

22.12.08

Día 169. (221208)

Flores adictas

En la casa de al lado crecen unas nochebuenas salvajes que rebasan la altura de las bardas, más parecidas a árboles que se incendian por las puntas en las llamaradas de sus abundantes flores rojas. No sé qué les cuenten para mantenerlas esperanzadas todo el año y en crecimiento, pero cuando el invierno llega están en esplendor de selva tropical.

21.12.08

Día 168. (211208)

Cementerio de elefantes

Sin caras, o sin ojos, el puro cascarón, incompletos, oxidados y abollados. Desarmados. Con caras tristes o con los ojos fijos puestos en el vacío. Pensativos, podría decirse casi. Olvidados, eso sí. Así están los cascarones de los carros en el deshuesadero sobre el Periférico, que no es una vía de alta velocidad, sino una avenida más. Uno pasa caminando por la banqueta y puede tocarles los huesos con la mano. Parecen un álbum de fotografías tristes, que nos miran desde donde ya no están.

20.12.08

Día 167. (201208)

Navidad fans

Los fanáticos de la navidad se endeudan, se atropellan, se empujan, se molestan, pelean por un lugar antes en la cola, por ganar a alguien el lugar en el estacionamiento, y no les interesa más que hacer sus compras. Son consumistas con prisa e impaciencia. Perseguidores estresados de la felicidad navideña, aunque no quede claro cuál es la relación entre sus apresuradas compras y sus interminables vueltas a las tiendas. ¿Encontrarán paz en algún momento? Tal vez mientras duermen, libres de toda presión navideña.

Día 166. (191208)

Otro nombres para Oaxaca

Sería justo un nombre que dijera en zapoteco algo sobre los chapulines: “el lugar en donde los chapulines son comidos”, o “el lugar en donde los chapulines son transfigurados por el dibujo”, o “el lugar en donde conviven chapulines con grillos”, aunque estos últimos no sirven más que para lo que desgraciadamente sirven.

18.12.08

Día 165. (181208)

Demencia

De tanto fingir demencia, por fin, se convirtió en demente, y entonces fingía cordura, pero ya nadie lo tomaba en serio. La demencia, parece, es una verdad más estable que la cordura (siempre tan frágil).

17.12.08

Día 164. (171208)

Sextante

Un sol de polen velea en el cielo. El polvo de sus alas es luz que se desparrama en la tina del día.

16.12.08

Día 163. (161208)

Imbecilidad comprimida

Cada vez entiendo menos, de todo; aunque cada vez opino más, como si entendiera. No era mi naturaleza, lo reconozco, sino que lo he aprendido, muy imperceptiblemente, viendo a otros, y suponiendo que eso era importante.

Día 162. (151208)

Ortografía

La luna es un punto en la i de una de los campanarios de Santo Domingo.

14.12.08

Día 161. (141208)

Menos es más

Sobre la calzada Porfirio Díaz hay algunas bancas de piedra, estilo Art Déco. Son anchas y masivas. Las patas y los descansa-brazos de cada lado rematan al frente con el grabado de un dios prehispánico, el mismo en todas. Acaso Tláloc. Abajo queda un hueco que alguien durante las noches usa como dormitorio. Cubrió a ambos extremos los huecos que quedan entre las patas con unos lienzos de tela burda, gruesa y en buen estado. Deja además, previsoramente, su botella de agua Bonafont. Seguramente cuando se acuesta a dormir, tal vez sobre cartones, usa las bolsas de plástico en donde lleva sus pertenencias y con ellas cierra el lado largo que da a la banqueta para protegerse mejor. Con todo lo insuficiente que resulta este refugio extremo, ilustra una sentencia del profeta Oseas que dice: “mientras menos tengo, tengo más”.

13.12.08

Día 160. (131208)

Eterno retorno

Las tiendas, los aparadores, los anuncios por televisión, la prensa, la correspondencia, las sonrisas y hasta los abrazos, conspiran para hacerse con la mayor parte posible de los aguinaldos.

Día 159. (121208)

Trance

Ombligo en el cielo plano de las noches de diciembre, la luna llena de los miopes, difusa y de bordes extendidos, más elípticos que circulares, nos hace un guiño plateado en medio del azul solferino que a las seis y media va camino a la oscuridad.

11.12.08

Día 158. (111208)

Imperfección

Derretido de calor en Oaxaca, Santa Claus espera a la noche para tintinear sus cascabeles con la ayuda de las ráfagas de frío. No tiene mucho de qué carcajearse aquí, sintiéndose tan sofocado. Le han de resultar incomprensibles nuestro invierno y nuestra comida. No entiende qué es el “nacimiento” que se pone junto al árbol. Viene nada más a hacer negocio surtiendo los pedidos que lo mantienen en estado de gordura y risa. Está bien: lo aceptamos como decoración. No tiene nada que ver con nosotros, pero ya nos malacostumbramos a él. ENtre tantos mnos, es un mono más.

10.12.08

Día 157. (101208)

Sumas y restas

La diferencia entre el mercado 20 de Noviembre y cualquier supermercado ultra eficiente, limpio, ascéptico, luminoso y ventilado, es que el supermercado fue planeado y funciona por lo tanto racionalmente, de acuerdo a los estándares de la globalización, en lo que cabe. Uno puede entrar en cualquier lugar del mundo a un supermercado que se parecerá inevitablemente a otro supermercado. En cambio el mercado 20 de Noviembre tuvo sin duda una planeación inicial de locales y andadores pero pronto fue envuelto por la saludable irracionalidad que lo hace único, sorprendente, caótico, insalubre y absolutamente imprevisible, ya sin hablar de su organización comunitaria, y de la atención personalizada, con lo cual uno habla la mayoría del tiempo con los dueños del negocio, que junto con los clientes, hacen del ejercicio del regateo una constante improvisación teatral.

9.12.08

Día 156. (091208)

Ficción Malcolmniana

El centro, las calles alrededor del mercado 20 de Noviembre, el mercado mismo, la gente caminando apretadamente entre los puestos, laberinto, los autos a vuelta de rueda, puestos ambulantes sobre las banquetas, el sol, los turistas fuera de lugar, la realidad perdiendo centro, bamboleándose como un trompo lento, fallando como un reloj que atrasa, disolviéndose como un borracho que no ha parado de beber en todo el día para curarse la borrachera del día anterior, y del otro, y del otro: un Cónsul honorario al estilo Malcolm Lowry. Su fantasma camina por en medio de la calle bajo el plomo del calor.

8.12.08

Día 155. (081208)

Fantasma

Acostada en la calle, junto al muro de la barda blanca de una casa que ocupa la esquina y que tiene una puerta de doble cochera con tejado provenzal francés, duerme a la sombra, a la hora de comer, una indigente. A falta de algo parecido a una casa se rodea de las bolsas de plástico de sus pertenencias y entre ellas entierra su cabeza. Usa unos tenis viejos y unas largas calcetas de franjas de colores. Uno podría pensar que es sólo el payaso que fue a la fiesta infantil del domingo y que se le hizo fácil quedarse a dormir ahí, aprovechando que iba a tener otra fiesta al día siguiente, pero no: vive al margen, está sola, no habla con nadie durante días y días. ¿Olvidó quién es?

7.12.08

Día 154. (071208)

Ulises

Como un ojo verde fijo e intensamente brillante contra el atardecer rosado atrás de lo árboles, el semáforo vigila a las ovejas, que gracias a su fecundidad son cada vez más numerosas. Las irá devorando poco a poco sin que se den siquiera cuenta. Por otro lado nadie puede destruir su ojo vigilante, puesto que el municipio, tarde o temprano, lo sustituirá por otro.

6.12.08

Día 153. (061208)

La flor inmortal

No está en el Paraíso Terrenal, ni nace a orillas de la fuente de la juventud, ni es tampoco un elíxir preparado por los alquimistas, no. Es una flor, una florecita, de color naranja que se da en Oaxaca, y que se usa, ciertamente. Claro que el hecho de que sea inmortal no significa, al menos hasta ahora, que transmita ese tan preciado y al mismo tiempo tan temido don.

5.12.08

Día 152. (051208)

Comprobación acústica

Musicales y comestibles a la vez, las vainas de los árboles de huajes bailan haciendo sonar sus raspadores a la sombra del calor. No son árboles de altura sino más bien extendidos. Parecen mujeres con el vuelo de las enaguas dando vueltas, o guajolotes en celo que caminan esponjados. En realidad son árboles serenos que van a misa, duermen temprano y se adaptan con calma a las inclemencias. Se dice que la palabra que da nombre a la ciudad salió de ellos, y que se llaman a su vez así por el sonido fricativo que hacen sus semillas al sacudir las vainas con buen ritmo. La prueba es que si uno encadena la palabra huaje repitiéndola muchas veces puede muy bien figurarse cómo es que suena.

4.12.08

Día 151. (041208)

Danza

Como si se tratara de sus secretos envueltos y calientes algunas mujeres llevan sobre la cabeza, en equilibrio perfecto y a manos libres, un tanate de blandas, o tortillas recién hechas. Con la espalda erguida y el paso rápido pasan entre los que ejecutamos el baile diario de andar caminando por las calles.

3.12.08

Día 150. (031208)

Santa Claus derrotado

A la entrada de Berlitz, escuela de idiomas, franquicia en Oaxaca, había un Santa Claus inflable de gran tamaño en un montaje de aparador, por encima de la entrada, viajando en su trineo tirado por renos de donde a ratos emergía un feliz pingüino. Lo seguía un helicóptero con duendes y demás. Colores brillantes entre verdes y rojos navideños. Hace dos días amaneció desinflado (casi derretido en realidad). Parece que la crisis económica de los Estados Unidos lo alcanzó hasta acá (en pleno vuelo). Ahí sigue: muestra de desinfladas esperanzas.

2.12.08

Día 149. (021208)

Polaridad

Hay dos referencias cruciales para orientarse en la ciudad: o sube o bajas. Si subes, como la estrella polar, apuntas hacia el norte: hacia la montaña. Si bajas, apuntas hacia el sur, hacia el Atoyac, que es o era un río. Se trata de una ciudad de extremos claros, por lo visto.

1.12.08

Día 148. (011208)
Instrucciones para preparar una tlayuda en Oaxaca

Primero hay que hacer una mega-tortilla de unos 30 ó 40 centímetros de diámetro, luego, se tuesta. Mientras hay que poner a freír y a freír a un puerco hasta que quede convertido en chicharrón; se tira todo y se recoge el asiento de grasa que queda al fondo, el cual se unta sobre la tlayuda. Se meten frijoles ya cocidos en la licuadora con mucha hoja de aguacate, se licuan, se ponen a freír y la pasta que queda al final se unta sobre el asiento que está sobre la tlayuda, se agregan tiras de tasajo asado, hebras de quesillo, algo de lechuga, siempre y cuando no haya ningún alérgico al color verde, aguacate y abundante salsa. Se puede comer a la redonda, o sea como si uno se comiera un plato, o bien doblándola, como si se tratara de una quesadilla king size. Ah: el frijol debe ser negro, lo cual no tiene nada que ver con preferencias raciales de ningún tipo, ni con simpatías presidenciales del país del norte.

Día 148. (011208)

Instrucciones para preparar una tlayuda en Oaxaca

Primero hay que hacer una mega-tortilla de unos 30 ó 40 centímetros de diámetro, luego, se tuesta. Mientras hay que poner a freír y a freír a un puerco hasta que quede convertido en chicharrón; se tira todo y se recoge el asiento de grasa que queda al fondo, el cual se unta sobre la tlayuda. Se meten frijoles ya cocidos en la licuadora con mucha hoja de aguacate, se licuan, se ponen a freír y la pasta que queda al final se unta sobre el asiento que está sobre la tlayuda, se agregan tiras de tasajo asado, hebras de quesillo, algo de lechuga, siempre y cuando no haya ningún alérgico al color verde, aguacate y abundante salsa. Se puede comer a la redonda, o sea como si uno se comiera un plato, o bien doblándola, como si se tratara de una quesadilla king size. Ah: el frijol debe ser negro, lo cual no tiene nada que ver con preferencias raciales de ningún tipo, ni con simpatías presidenciales del país del norte.