12.3.09

Día 249. (120309)

Horas de sal

Como un cuervo hurgando entre los omóplatos de otro, así nos buscamos. Nos alimentamos. Sólo que algunos somos más ávidos, otros más despreocupados. Algunos ni nos damos cuenta de si abusamos o nos abusan. Jugamos todos los roles, pero ¡ah! los burócratas, chinches gordas y adormiladas. Ojos de topo, papadas hipopótamas. Caminan con sus zapatitos y no se mueven, no. Son anti-relojes, estatuas de sal que siempre miran hacia atrás. Caminan hacen alharaca, se pavonean, pero sólo graznan, y nada más. Tragan y tragan. Cada uno cada una, una piececita diseñada para no mover a otra, para no dejar pasar. Simulan que son motor, no son más que estacas clavadas en sus bocas: víctimas de sus simulaciones. No se preocupen: los que no son así es seguro que no son burócratas, sino otra cosa.