29.12.08

Día 176. (291208)

El pájaro arcoiris

Es de luz, claro; pero nada más cuando se dispara su nivel de adrenalina, esa sustancia que responde al miedo. Fuera de esto no se trata más que de un pájaro pardo, común y corriente, que anida en los laureles, en los huajes y en los chopos de por aquí. Así pues, se asusta y sale de pronto disparado, en huída fugaz. Al instante es ya un arcoiris completo, inmenso, en el cielo. Ni siquiera se ve el trazo de su aparición, sino que se enciende completo de manera súbita, como si lo hubieran encendido con un interruptor. En donde termina el arcoiris descansa el pájaro, exhausto por su intensísimo derroche de energía; pero al igual que con la mentada olla de oro, mientras más te acercas a él más lejos estás, en realidad.