28.2.09

Día 237. (280209)

Balada

El sol se iba cayendo pequeñito por atrás del gran, enorme árbol, que cantaba como si fuera el centro del universo. Y lo era.

Día 236. (270209)

Buble Gum

El sol lo iba pegando al suelo como chicle, sol de calma chicha de las dos de la tarde, los coches vomitando su ruido de motores, todo un infiernito momentáno; sólo esperaba poder llegar a casa antes de quedar desparramado y pegajoso por las banquetas que lo veían pasar.

Día 235. (260209)

¿Por fin?

Pensó en un reality show, y trató de vender la idea haciendo unas grabaciones piloto en donde en cada día, él mismo, experimentaba diversas maneras de morir, logrando a fin de cuentas salvarse (si era posible); pero les pareció que era demasiado igual a la vida cotidiana de todos nosotros y no le encontraron atracción, a pesar de que un reality show, se supone, es una rebanada de vida cotidiana sin más. ¿Quién les entiende?

Día 234. (250209)

Náufragos postales

Existe una remota isla en tierra, a la mitad, más o menos, sí, de la ciudad. Tierra y más tierra, suelo y más suelo. Aquí no hay ni mares ni lagos ni ríos. Pues bien, esta isla es el jardín etnobotánico, atrás del exconvento de Santo Domingo. Está llena de plantas desérticas o semidesérticas. Se tuestan al sol y lo disfrutan. Para eso están hechas. Son muy populares, sin embargo, y muchas aves viven de planta allí, pero otras migran cada año desde Canadá y otro lugares iguales de remotos y localizan, gps en mano, a este insignificante cuadrito del planeta como si viajaran por correo, registradas puntualmente, con estampilla y sello postal de entrega a domicilio.