La desconocida
Amanece una ciudad que puede mirarse de nuevo. Con la ausencia de coches en las calles se hace presente. Regresa desde el segundo o tercer plano en donde estaba alejada de nuestros pasos y nuestras prisas (y eso que es una ciudad mediana y de ritmo cardiaco moderado). Sólo hoy es otra vez un deleite de poca gente y poco ruido. Aquí está: la extrañada. Hay más aire, hay más tiempo. Un árbol de esponjadas y luminosas flores de amarillo a gritos resplandece contra el azul sólido del cielo.
25.12.08
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