Génesis
Un día le pareció reconocer una figura en una veta de la puerta del closet y la tocó. De inmediato se remontó hasta el lugar en donde originalmente estuvo el árbol de donde provenía la madera. Oyó a los pájaros, sintió la humedad fría del lugar, el bosque de helechos y musgos. Al retirar la mano estaba de nuevo en la recámara de su casa. No convencida de que hubiera sido real se mantuvo alerta. Pasaron meses sin que volviera a suceder. Otra vez creyó ver de nuevo una figura en la pared de una antigua iglesia, y al tocarla se remontó a la piedra originaria, de antes de la iglesia, en el corazón macizo de una cantera. Tocó un fósil y encontró al dinosaurio, tocó un trilobite y se vio en el océano primigenio, casi el caldo de cultivo de la vida. Tocó el fragmento de un meteorito y se vio en una masa incandescente y giratoria, a la cual tocó a su vez y se encontró en un momento vacío y de extrema oscuridad, antes del big bang, lo cual la angustió, así que decidió encender la luz, y la luz se hizo.
3.7.09
1.7.09
Día 359. (010709)
Crítico literario
La gente (entiéndase en este caso los lectores, pero también los no lectores) quieren saber qué es, y qué no es, la literatura (aunque no se sabe muy bien por qué ni para qué); por este motivo, después de estudiar toda la vida a la literatura, después de maestrías y doctorados, de teorías y análisis concienzudos, llegó a la conclusión de que no hay manera definitiva alguna de distinguir a la literatura de la no literatura porque, dijo, la literatura a veces sí es literatura, pero a veces no; o dicho de otro modo, cualquier cosa escrita o dicha puede o no ser literatura, concluyó. Explicado esto regresó a sus tareas, que consistían en seguir estudiando a la literatura, a la no literatura, o bien a ambas, o a ninguna.
La gente (entiéndase en este caso los lectores, pero también los no lectores) quieren saber qué es, y qué no es, la literatura (aunque no se sabe muy bien por qué ni para qué); por este motivo, después de estudiar toda la vida a la literatura, después de maestrías y doctorados, de teorías y análisis concienzudos, llegó a la conclusión de que no hay manera definitiva alguna de distinguir a la literatura de la no literatura porque, dijo, la literatura a veces sí es literatura, pero a veces no; o dicho de otro modo, cualquier cosa escrita o dicha puede o no ser literatura, concluyó. Explicado esto regresó a sus tareas, que consistían en seguir estudiando a la literatura, a la no literatura, o bien a ambas, o a ninguna.
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