El síndrome de Fox
Existe desde hace mucho pero hasta hace poco fue identificado con el nombre al que hace honor. Afecta más gravemente a funcionarios y políticos: fingen que ven una realidad que les convendría que sucediera, y entonces se convencen de que existe, porque creen que así pueden convencer a los demás, como si fuera transmisible por contagio. Los afectados se quedan contentos con eso, hasta que alguien les dice lo contrario. Entonces se ofenden y se sienten incomprendidos: se encierran en sus ranchos mientras siguen cobrando, viajan al extranjero, invierten en negocios propios el presupuesto del estado, se agasajan sin medida, y así vuelven a sus autocomplacientes alucinaciones. Es incurable y se adquiere por medio de la simple imitación.
6.7.08
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