6.7.08

Día 197. (190109)

Palabra

Teodolito, dijo frente al monumento que se alzaba como una columna en medio de la pequeña glorieta de la calzada Porfirio Díaz antes de llegar a la gasolinera del DIF, pero no era el nombre adecuado, así que el monumento no le dijo nada. Insistió: ¡hipogeo!: no. Mamotreto: nada. Zigurat... Qué exótico, pensó, pero no, no era eso tampoco. Se largó de ahí, sólo que al rato cayó sin sentido a media calle. Lo llevaron al hospital, atragantado por una palabra que no podía escupir. Con sumo cuidado los médicos principiantes que atienden en urgencias lograron sacar, insólitamente, una palabra completa con todas sus letras bien puestas: obelisco. Respiró aliviado el paciente. Gracias, explicó, es que la tenía en la punta de la lengua pero en lugar de salir, se me atragantó.

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