Reciclaje nominal
Cuando los demás comenzaban a olvidarla o a entrar en un estado de rutina que ablandaba los lazos con ellos y hacía los encuentros previsibles y deslucidos, se cambiaba de nombre. Bajo la luz de ese sonido se convertía mágicamente en otra y así comenzaba de nuevo.
6.7.08
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2 comentarios :
El círculo perfecto, no hablo de la artimaña de tu personaje sino del ritmo de esta minificción.
Te aplaudo.
Un abrazo
Carolina. ( o tal vez Ana, mañana quizás Sandra...)
Gracias Carolina, o, o...
Disfruto de la escritura, y del halago, de tus comentarios (hablando de ritmo).
Abrazo correspondido.
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