6.7.08

Día 44. (190808)

Pez por boca

Los adolescentes hablan en clase no debido a que no les interese lo que dice en clase un maestro equis (aunque también esto sea cierto). Tampoco hablan porque estén aburridos (aunque con frecuencia lo estén). Hablan porque su aparato respiratorio no funciona de manera tan automática como se supondría, ya que, si permanecen callados demasiado tiempo su función respiratoria disminuye, corriendo el riesgo de morir ahogados si no hablan; así que hablan para respirar, esa es la verdad. Cuando duermen sucede algo no muy distinto, ya que en sueños continúan hablando. El caso de los adolescentes que hablan poco se podría explicar, según esto, por el hecho de que acaso se encuentren en un permanente estado de benéfico sueño, sin dormir del todo. El riesgo de muerte por no hablar, y por sí hablar, de todos modos siempre los persigue, ya que como es sabido, el pez por la boca muere.

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