6.7.08

Día 28.

Ubicuidad.

A cada lugar que iba me encontraba siempre a mi regreso con una persona que venía de ahí mismo. No sabía muy bien si yo materializaba a la persona, o si ésta era un eco del lugar, o qué cosa, así que de regreso a Oaxaca dije "Tijuana" y al parecer se materializó de pronto Liliana Miramontes, casi junto a mí. Me dijo Luis Manuel Amador, ella viene de Tijuana. No me sorprendí pero me pregunté de pronto si no habría dos Lilianas simultáneas, una en Oaxaca y otra en Tijuana. Llego a una conclusión y me pregunto cómo yo, que por lo visto prodigo el don de la ubicuidad a otros, no puedo disfrutarlo para mí mismo.

1 comentario :

LMA dijo...

Si la literatura es fruto de la invención y la memoria, como decía Borges, ¿no será que las apariciones súbitas invocatorias, como la de Tijuana, serán producto de la atención aguzada y la memoria? Digo, tan simple y hondo y misterioso como eso. Igual que a poesía cual jardín invisible.